Lo que el pueblo espera

La Grilla en Tabasco.

Gilberto Mendoza Rodríguez estará pasando a la historia como operador de confianza de cuatro legislaturas –encabezadas por priistas, perredistas y morenistas- cuando el pleno cameral ratifique este jueves su nombramiento como secretario de Asuntos Parlamentarios.

El ex oficial mayor de Manuel Andrade, Javier Díaz y Neyda García –a quien tuvo que sacarle la “chamba” porque la señora solo se preocupaba de su maquillaje y vestuario- así como ex secretario general de la legislatura que presidió José Antonio de la Vega, puede considerarse todo un suertudo.

Sus percepciones serán inferiores a las que disfrutó hasta anteayer. Quizá hasta alcance unos 50 mil mensuales; pero mientras que otros se van a la “banca”, el además ex funcionario nemista y gurriista sobrevive en una posición envidiable: se le confía enseñarles práctica parlamentaria y llevar de la mano a los nuevos diputados de MORENA, PRD, PRI y PVEM.

Estos, a su vez, luego de escuchar por voz de la ex dirigente de hoteleros, Beatriz Milland, que sus antecesores percibían hasta más de 200 mil pesos mensuales, deberán “sobrevivir” con solo 70 mil; es decir, 140 de los nuevos billetes de Benito Juárez.

Asumimos que el abogado atasteco podría orientar a los nuevos diputados si se quiere desnudar a los corruptos del Organo Superior de Fiscalización, que han hecho negocios con los peritajes técnicos de cuentas públicas, como cuando Francisco Rullán Silva encabezaba a esa mafia, o que aprendieron a hacerlo más tarde bajo la vista gorda de otros dos titulares de esa institución.

De momento, ante la opinión pública –que no entiende consideraciones técnicas y legales- los diputados gozan del beneficio de la duda. Pero enseguida viene la revisión de cuentas públicas 2017.

Todos deben entender que lo que la gente quiere es que se apliquen muchos castigos ejemplares y se cumpla así el principal compromiso de campaña: combatir, castigar y erradicar la corrupción.

No basta con inhabilitaciones administrativas y devolución de determinadas cantidades de dinero de las cuales el conglomerado social no se entera, mas sí sospecha que en realidad hubo cochupos, porque lo que esos ciudadanos han visto es enriquecimientos legalmente inexplicables. Una y otra y otra vez, con impunidad.

Ni perdón ni olvido. Nada de que no hay que voltear la vista atrás y solo mirar para adelante. ¡Ya basta!

En los días más recientes se ha observado qué tan sensible y receptiva se encuentra esa opinión pública, ante situaciones como la irregular doble votación en el Senado de la República que hizo posible que el saqueador de Chiapas regresara para el usufructo de las últimas participaciones federales.

Y por cierto que tanto la nueva legislatura como la administración estatal y las municipales que entrarán en funciones próximamente, necesitan de un adecuado manejo de información y manejo de imagen institucional, sin minimizar a las cada día más relevantes redes sociales, en donde un día te aman y al siguiente te odian.

Las tareas que tienen por delante los diputados, así como el Poder Judicial, el gobierno estatal saliente y el entrante, al igual que los ayuntamientos, resulta ser sumamente complicadas, habida cuenta de la tremenda irritación social, la forja de la ilusión de que las cosas se pueden resolver nada más con voluntad política para ello y, desde luego, el rezago en la atención a la demanda social, la sobrepoblación, la constante desinformación y las limitaciones presupuestales.

Como en la Francia post-toma de La Bastilla, el pueblo quiere ver rodar cabezas. Y que se cumplan compromisos.

Twitter: @JOchoaVidal

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