Seis meses
La Grilla en Tabasco.
El triunfo electoral de Adán Augusto López Hernández se vio venir con claridad desde hace mucho tiempo. No podía ser de otra manera, independientemente de lo que dijeran o no las encuestas. Incluso antes de iniciar campañas, la suerte electoral de sus adversarios estuvo sellada.
Así como en la contienda presidencial tuvo Margarita Zavala la capacidad de mantener los pies en la tierra, analizar con frialdad su situación y anunciar su retiro airoso, en Tabasco los adversarios del hoy gobernador electo contaron a tiempo con los elementos para revisar proyecciones y tomar la mejor decisión.
Manuel Paz Ojeda, se sobrevaloró: nada representa. Jesús Alí de la Torre se esforzó, pero simplemente ningún candidato independiente logró algo en el país. Gina Trujillo Zentella contó el “voto duro” de pasadas elecciones y creyó que la beneficiaría “la división de la izquierda”. Hasta mucho logró la valiosa y valiente priista.
Gerardo Gaudiano Rovirosa supo muy bien desde el año pasado que el principal semillero de votos que es Centro lo tuvo siempre en contra. Un político con experiencia, con colmillo pues, hubiese optado por buscar la senaduría que ahora tiene Juan Manuel Fócil y esperarse, pacientemente, para dentro de seis años. Quemó sus naves.
Adán optó por no voltear a ver lo que hacían sus competidores y concentrarse en su campaña y en cuidar también la de los demás candidatos de Morena. A decir verdad, actuó como coordinador general de todos ellos. Hay quien inocentemente aún asegura que se confió en el “efecto Amlo”.
Hemos entrado en una relajada etapa de transición gubernamental. El gobernador Arturo Núñez Jiménez instruyó desde hace mucho tiempo para que sus cuentas estén en orden y lo que sigue es que se instalen los grupos de trabajo para preparar la entrega-recepción.
Una vez que ello se implemente, lo más probable es que el gobernador electo tome unos días de descanso, para regresar en septiembre, quizá, y vendrán las primeras decisiones –públicas o reservadas- para la conformación del equipo de trabajo que lo acompañará en los próximos años.
Ahí estarán personajes con experiencia, como Jaime Lastra Bastar, Emilio Contreras Martínez de Escobar, Jesús Piña Gutiérrez, Carlos Merino Campos, entre otros que cuentan con la confianza de Adán, y también cuadros emergentes como Jorge Bracamonte y jóvenes que han estado trabajando de cerca.
Ya desde campaña, el hombre que asumirá la gubernatura en el primer minuto del primero de enero de 2019 expresó que los programas sociales de la actual administración no solo se mantendrán sino que se fortalecerán, como es el caso de Corazón Amigo y Cambia tu Tiempo.
Resulta indiscutible que los problemas que vivimos –recesión económica, desempleo, inseguridad- no se van a resolver mediante una varita mágica. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurrió desde enero de 2013, esta vez el nuevo gobernador contará con el respaldo muy comprometido del Presidente de la República.
Eso marcará la diferencia. Basta revisar cómo otros presidentes han ayudado a sus coterráneos. Así, por ejemplo, el Estado de México se benefició con mucha inversión federal que canalizó Enrique Peña, y con ello se produjo fuerte derrama económica que en cierta medida alcanzó a todos los estratos sociales y económicos.
Los resultados electorales aún son susceptibles de ser revisados en tribunales. Por lo pronto, ya también quedó conformada la próxima legislatura local. Nos congratula ver ahí a la priista Katia Ornelas Gil, valiosísima priista, y al perredista Nelson Humberto Gallegos Vaca.
Twitter: @JOchoaVidal