De Balancán a Huimanguillo, el mérito de los candidatos

La Grilla en Tabasco.

Quienes en Tabasco aún no asimilan la derrota electoral –candidatos, militantes, simpatizantes- esgrimen que todo fue por el “efecto Amlo”. Eso es por lo menos impreciso. Se trata de un pretexto de quienes no saben reconocer sus propios errores. O, ¿por qué ganó limpiamente la candidata del PAN en Emiliano Zapata?

En principio, hubo soberbia de parte de quienes al final perdieron hasta su casilla, como le pasó al abanderado del PRD para gobernador: ¡obtuvo solo dos votos! Uno, el que él depositó en la urna; el otro, ya se sabe de quién.

La tarde-noche de este miércoles, en Balancán, fuimos testigos de cómo una multitud recibió a Saúl Plancarte Torres a su arribo a su casa de campaña. Luego encabezó la marcha triunfal para recibir su constancia como presidente electo. La gente –de todas las edades- lo abrazaba; querían estrechar su mano. Se sentían parte de la victoria de Morena.

Saúl gobernó al municipio a inicios de siglo. Lo hizo bien. Los balancanecos así lo recuerdan. Años después, continúa siendo vecino de Villa El Triunfo y camina con la frente en alto.

Hace tres años, el PRI le hizo una cochinada en el proceso interno: era virtual candidato por ese partido y tuvo un problema cardiaco como el que sufrió no hace mucho Andrés López Obrador, y sin siquiera avisarle lo reemplazaron. Pero él se levantó para competir como abanderado de Movimiento Ciudadano.

El pasado domingo, este hombre recto, de palabra, de hechos, sin duda se benefició del fenómeno obradorista, pero él aportó la otra mitad de la receta del triunfo. Se le quiere y respeta.

El ahora presidente electo de Balancán enfrentó en su momento guerra sucia, al igual que Roberto Villalpando Arias en Macuspana, quien a su vez derrotó a su más cercano competidor por tres a uno, pese a la asquerosa jugarreta del edil Cuco Rovirosa, comprando votos para Gerardo Gaudiano Rovirosa, lo que no impidió que convenientemente mostrara el domingo su voto para Andrés López Obrador, en abierta violación al derecho electoral.

Villalpando no perdió ni una sola casilla. Y en Tepetitán, Andrés Manuel triunfó cuatro a uno, luego de que allí perdió la votación en las elecciones de 2006 y 2012, porque los Rovirosa se cercioraron de que así ocurriera.

En Huimanguillo, el perredista Sabino Herrera se gastó una fortuna en la compra de votantes, mas como fue derrotado de manera contundente por Carmito Torruco, el caricaturesco personaje del sombrero salió ayer a llorar amargamente, presentándose como supuesta víctima de fraude electoral. Su actitud motivó burlas.

Caso singular, el de Evaristo Hernández Cruz en Centro: se levantó con cerca de 180 mil votos. Por poco supera a Gaudiano, quien en todo el estado consiguió 190 mil.

Blanco de una feroz campaña de desprestigio, de calumnias como también lo fue Adán Augusto López Hernández, Evaristo aplastó a sus oponentes. El puedelotodo e inescrupuloso Jaime Mier y Terán terminó en tercer lugar con unos 18 mil votos, superado con diez mil por el priista Adrián Hernández Balboa.

En Nacajuca, Janicie Contreras igualmente acudió este miércoles para recibir su constancia de mayoría que la acredita como presidenta electa. No pudo impedirlo el actual edil, Francisco López, quien tenía todo preparado para utilizar a la policía municipal y todo su aparato oficial para imponer a su esposa, Socorro Chaires, candidata del PVEM.

La fuerza pública estatal intervino en la antevíspera para desarmar a los policías municipales. Las autoridades desactivaron el operativo mapacheril de Pancho López.

Twitter: @JOchoaVidal

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