Banqueros piden al gobierno federal su apoyo para acelerar la digitalización de la economía
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- En México, alrededor del 80% de las transacciones mayores a 500 pesos aún se realizan en efectivo, afirmó Emilio Romano, presidente de la ABM. Dijo que la digitalización genera el historial de crédito que se requiere para cumplir con el compromiso hecho con la presidenta Claudia Sheinbaum de llevar a la bancarización al menos el 30% de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES).
AN / MÉXICO.-Emilio Romano Mussali, nuevo presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), aseguró que buscará empujar la digitalización de la economía para reducir el uso de efectivo e incrementar todas las transacciones digitales a través de una serie de medidas.
Durante una entrevista con Aristegui en Vivo, dijo que para ello se requiere de la colaboración del gobierno federal para que realice pagos digitales, incluidas las ayudas sociales; del Banco de México, para disminuir la circulación de billetes de alta denominación; así como del sector privado, promoviendo los pagos digitales y desincentivando el efectivo.
“Con esto se logra un círculo virtuoso: podemos incluir más empresas, sacar de la informalidad a muchas de ellas, tener más información de crédito y poder penetrar más y mejor con productos bancarios a la población”, dijo.
Señaló que en México, aproximadamente el 80% de las transacciones mayores de 500 pesos se hacen en efectivo, en comparación con países como Suecia (10%) o de Brasil (50%), lo cual reduce los fraudes y evita el uso del sistema financiero para actividades ilícitas como el lavado de dinero y el financiamiento de actividades del narcotráfico.
Además, dijo que la digitalización genera el historial de crédito que se requiere para cumplir con el compromiso hecho con la presidenta Claudia Sheinbaum de llevar a la bancarización al menos el 30% de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES).

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Temor a la fiscalización
Romano señaló que muchos de los programas sociales se pagan mediante una tarjeta de débito del Banco del Bienestar, aunque éstas no están interconectadas plenamente con el sistema financiero, por lo que el dinero se retira en cajeros automáticos. “Y eso hace que se desvirtúe todo el objetivo (…) En otros casos, sabemos que el gobierno, los gobiernos estatales y también las empresas, el sector privado, permiten pagos en efectivo y, de alguna manera, hasta los empujan”, comentó.
También advirtió de resistencias en el sector privado a recibir pagos digitales: “Tiene que ver con la fiscalización, con el temor a ser fiscalizados, pero eso es parte de un país que quiere desarrollarse, el cumplimiento de obligaciones”.
“Además, si eres una empresa pequeña o nueva, muchas veces no pagas el Impuesto Sobre la Renta (ISR). Entonces, no es tanto por el ISR. Creo que es un tema de educación financiera y también de simplificación fiscal, especialmente en contribuciones de seguridad social. Muchas veces lo que se quiere evitar es la carga de seguridad social, de volverte un empresario del sector formal y tener que cubrir esas obligaciones, que son importantísimas para proteger a los empleados”, mencionó.
Valoró positivamente que la tasa de referencia, actualmente en 9%, esté en un ciclo a la baja y consideró que la seguridad jurídica es otro de los temas fundamentales de la economía.
En ese sentido, propuso la creación de tribunales especializados en materia financiera para defender tanto a los usuarios como a la banca y que esta última pueda recuperar los créditos que no se cumplen.

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Incertidumbre judicial
El segundo aspecto son los procedimientos judiciales, “que llevan años, incluso décadas. Yo soy abogado, estudié Derecho, y siempre ha sido una promesa incumplida: la justicia pronta y expedita. Una justicia que no es pronta ni expedita, no es justa. Que te llegue una sentencia a favor en 10 años, dices: ‘Ya no me ayudes, compadre’. Realmente necesitamos justicia imparcial, pronta y expedita. Y ese es un factor fundamental para que continúen bajando las tasas”, argumentó.
En torno a la elección judicial del próximo 1 de junio, Romano no quiso hacer un juicio de valor sobre la reforma, pero prevé que existirá “incertidumbre en el proceso de transición” posterior, misma que se debería evitar.
“Nuestra actitud es muy pragmática: no asumamos un juicio de valor a largo plazo, trabajemos con lo que tenemos para dar certidumbre ahora, con tribunales financieros, para que podamos incrementar los créditos, bajar las tasas y fomentar la inversión”, remarcó.
Si bien los tribunales financieros no están considerados en la reforma judicial, sí están permitidos, por lo que la ABM ya habló sobre el tema con el gobierno federal.
“Están muy receptivos (…) Hay mucha receptividad del gobierno, mucho diálogo, muy buena actitud de ellos. Lo que nos une es el mismo objetivo: queremos llevar a México al desarrollo rápido. No somos un país desarrollado en gran medida porque a veces nos cuesta ponernos de acuerdo. Ahora tenemos una ventana en la que tenemos una banca sólida y un gobierno dispuesto al diálogo. No siempre vamos a estar de acuerdo, pero siempre acordamos de manera muy respetuosa discutir los temas y acordar lo que tenga más sentido para el país. En ese contexto, yo estoy optimista de que vamos a lograr ese resultado”, puntualizó.
‘Catastrófico’ dejar de pagar el Fobaproa
Sobre la deuda del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), coincidió con la presidenta Claudia Sheinbaum sobre los riesgos de no pagarla.
“Dejar de pagar la deuda del Fobaproa, hoy por hoy, sería algo muy grave para la economía, porque es deuda pública. Independientemente de cómo llegamos hasta aquí, ya estamos ahí. Y si se deja de pagar ese componente de la deuda, el gobierno federal estaría incumpliendo sus obligaciones internacionales. Entraríamos en un problema de incumplimiento que desencadenaría efectos muy graves para el país. Esa situación la tenemos que descartar, porque sería catastrófica desde el punto de vista financiero”, valoró.
Consideró que el Fobaproa dejó una valiosa lección al país, por lo que actualmente se cuenta con una banca muy sólida, con niveles de capitalización del 20% —el mínimo regulatorio es 10%, es decir, el doble— y niveles de liquidez del 300%, cuando el mínimo es 100%.
“Y eso es gracias, en gran medida, a las lecciones del Fobaproa. Ahora tenemos el IPAB, un seguro moderno que también protege a los ahorradores”, dijo.
Ve la entrevista completa:
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