Bartola, el apuro y el apretón que viene

La Grilla en Tabasco

Apenas unos cuantos, mas no el grueso de la población y ni siquiera aquellos individuos que están viviendo la cruda realidad, saben que se registra un fuerte quebranto financiero-presupuestal que impacta de manera piramidal a los tres niveles de gobierno. Y las perspectivas para los siguientes once, diecisiete meses, son de profundización.

Lo saben -o debieran saberlo- los aspirantes a cargos de elección popular que andan prometiendo ahora mismo que cuando ellos triunfen el país, el estado, el municipio, la comunidad, los muchos millones de pobres y también los inversionistas, los contratistas, verán cómo se resuelve en corto tiempo el problema.

Lograrán el milagro mexicano. Abatirán la inseguridad. Exterminarán la delincuencia. Hay quien dice, por cierto, que si se legaliza el consumo de mariguana se mata de raíz el tráfico de drogas y la violencia, como si el narcotráfico y la adicción a las drogas tuviesen como fondo la yerba, y no la cocaína, las drogas sintéticas y la patología social adjunta.

Prometen empleos, refinerías, red ferroviaria de nivel europeo y hasta un nuevo Dubái ampliado a todo el territorio nacional. Regalarán dinero. Becas para todos. Sistemas de salud y educación gratuitos con calidad de primer mundo.

¡Ah! Pero no crea usted que dedicamos estas líneas a Obrador. En la misma tesitura se manejan los otros. Pero no solo en la contienda presidencial: también entre aspirantes a gobernador que dicen que basta con una gestión efectiva de recursos federales o con que un tabasqueño sea Presidente; y también a alcaldías, diputaciones y senadurías.

Para identificar los hechos, un botón de muestra: en el caso de Tabasco, la administración estatal, los ayuntamientos e instituciones de educación superior dejaron de recibir el año pasado, en suma, varios miles de millones de pesos. Tan solo a Centro no le llegaron 700 millones.

Las administraciones municipales adeudan fuertes cantidades a proveedores y por laudos. Eso no podrá resolverse al cierre de ejercicio presupuestal que será el próximo día último de abril.

¡Que se den por enterados los aspirantes a alcaldes!

El 4 de octubre finaliza el periodo constitucional de los diecisiete municipios de Tabasco. Ese mismo día rendirán protesta los regidores entrantes, los que asumirán el cargo el 5 y recibirán ¡arcas vacías!

¿Quedarán recursos para cubrir los compromisos laborales de fin de año? ¿Estarán garantizados los servicios públicos? ¡”Ahí te dejo dos pesos Bartola, para que pagues la luz, el agua…”!

En el plano nacional, ¿tememos otro “error de diciembre” como el de 1994? La realidad es más agobiante y puede resultar tan increíble que se confunda con una broma. Ojalá estuviésemos exagerando. Nos gustaría equivocarnos.

Por regiones, el país es desigual en términos de Producto Interno Bruto. Lamentablemente, nosotros, Tabasco, estamos en el fondo y a decir verdad aún no lo tocamos, aunque el dato oficial correspondiente es de menos 12 por ciento.

¿Queda algo por hacer? ¡Sí! Definitivamente, debe instrumentarse, en los tres niveles de gobierno, un plan urgente y extremo de austeridad. ¡Que no prevalezca el miedo al costo político!

De los apuntes

Arturo Núñez Jiménez, en la asamblea de la asociación política José María Pino Suárez, el pasado domingo, hizo un señalamiento muy pertinente: “Quien nunca acuerda, corre el riesgo de que cuando sea gobierno, no tenga con quién acordar porque va a recibir reciprocidad de su posición de no acordar cuando era oposición. Entonces podemos tener severos problemas de gobernabilidad”.

Twitter: @JOchoaVidal

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