MEQUETREFE
Quien llegue al poder –se vaticina que sea un auténtico veracruzano que gobierne con la razón y no por ocurrencias—, recibirá una administración en crisis, ultrajada, en bancarrota y desacreditada.
El “mequetrefe” y “destacado intelectual” simula gobernar mientras el poder lo ejercen otros (Eric Patrocinio Cisneros dixit en su arrogancia de poder).
El pueblo sabio expresa su repulsa al “bailarín de barrio”, ese que tuvo la astucia de situarse cerca de los poderosos. Ese que carece de escrúpulos, pero que tiene un enorme cinismo y capacidad para crear escenarios en su contra.
Ese “Resortitos” de cuarta, ese aficionado a bailar rumba alocadamente está convencido de su “honestidad” y que ha respondido a la encomienda de su inventor.
Es el peor gobernador de la historia política de Veracruz. Es identificado como un charlatán que por más que cantinflea (habla de forma disparatada e incongruente, sin decir nada con sustancia) jamás logró imitar al genial mimo Mario Moreno (Cantinflas).
Contra viento y marea está por concluir su administración (gracias a Dios), plagada de desaciertos que tienen a la entidad encapsulada con graves flagelos.
No podrá solucionar los temas de inseguridad, salud, corrupción, feminicidios, secuestros y nepotismo, entre otros. El tiempo se le vino encima, se lo comió vivo.
Su imagen política está por los suelos tanto así que ni su “tutor” ya no tiene los mismos elogios que antes externaba de su pupilo.
La última expresión que se recuerda de AMLO hacia el incompetente Cui es la de “tú tienes tache”, lo que manifiesta que le perdió hace algún tiempo la confianza que le dispensaba.
En diferentes ocasiones los institutos políticos solicitaron la desaparición de poderes en la entidad, y la destitución de García Jiménez, a fin de restaurar la gobernabilidad, el orden constitucional.
Para sostener a este político lacayo, el dueño de las mañaneras ha hecho proezas de todo tipo, pero es tanta la torpeza de su discípulo que lo ha dejado a la suerte de las circunstancias.
En Palacio Nacional están inconformes con su desempeño. La corrupción y el nepotismo acabaron con darle la puñalada trapera.
Las arcas públicas han sido saqueadas por mozalbetes metidos a políticos, que dejan a la población “chiflando en la loma”.
Veracruz, se resiste a caer en “estado de coma”, pese a que muchos sostienen que ya está en ese cuadro mortal.
Veracruz, joya de reserva electoral para la sucesión presidencial, sigue siendo un rinconcito de patria que sabe sufrir y cantar.
Hay una marcada depresión melancólica entre la ciudadanía, que se prepara a votar con decisión y en forma masiva el próximo 2 de junio.
¡Viene lo bueno!