Tiempo recicle
Tierra de babel
México, como ciertas parejas sentimentales, vive de promesas, enojos, separaciones y reconciliaciones, para nuevamente caer en la mentira y otra vez las promesas… En términos políticos, vaya, la cuestión es clara: cada cierto periodo lo mismo. La incredulidad, el encabronamiento, el sufrir cede ante la esperanza, pues urgente es calmar la sed y el hambre lacerantes, el anhelo de justicia, etc. Y caemos de nueva cuenta creyendo que nuestro país alcanzará, ¡ahora sí!, el nivel de primer mundo y más allá.
De campañas y mañas ya estamos hasta la madre, así hay que de decirlo. He de referirme, mejor, al estiércol de elefante o de vaca que sirve para fabricar papel sostenible, según estudios recientes, con el cual es posible realizar muchas aplicaciones, “como refuerzo para compuestos de polímeros o filtros que pueden limpiar las aguas residuales antes de que se descarguen en el medio ambiente, e incluso se podría usar para escribir.” (sinembargo.mx, 21-03-18). Bueno, todo sea por la ecología, así sí escribo. De cualquier forma, cuántas cosas comemos y ni sabemos su origen ni procesamiento.
En fin, al paso que vamos en un mundo que se acaba y los recursos nos los vamos consumiendo, y el desperdicio va en aumento, llegamos al reciclamiento donde hasta nosotros mismos seremos alimento. ¡Oh, cuando el destino nos alcance! ¿O ya nos alcanzó?
Razón tenía Gabriel García Márquez: “El día que la mierda tenga algún valor, los pobres nacerán sin culo.” ¡Y ya casi, casi, así es! Imagínense cuanta materia fecal se tendrían, pos según el informe Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2018 del Coneval, “entre 2008 y 2016 la pobreza aumentó en 3.9 millones de personas, mientras que la población con un ingreso inferior a la Línea de Bienestar creció a 6.7 millones. Y que la entidad federativa que concentró el mayor número de personas en pobreza fue el Estado de México, con más de ocho millones de personas, seguido de Veracruz, Chiapas, Puebla y Oaxaca.” (sinembargo.mx, 21-03-18). ¡Sálvese quien pueda! O cada quien se rasque el… como pueda.
Por lo pronto, hace unos días hombres trasquilaron a 20 alumnas y 2 maestras de una telesecundaria en Acapulco… Que según era para vender el cabello. O sea, parece que hay un mercado para ello, como lo hay para los órganos humanos. ¿Pero qué más está sucediendo y no sabemos nada del mundo cruel que vivimos…?
Y ya que andamos un poco escatológicos: según Irma Aburto López, de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), “la contaminación por heces es un problema grave en la capital mexicana, pues cada año se mezclan en el aire las partículas de media tonelada de heces, que si éstas fueran luminosas, podrían sustituir la luz eléctrica de la ciudad.” (sinembargo.mx, 01-04-18). ¿No más en la capirucha?
De que somos, somos.
Los días y los temas
El mexicano Antonio Argüelles, el séptimo hombre en el mundo en cruzar los Siete Mares, hace unos días expresó: “México no es de meritocracia; seguimos siendo un país que nos conformamos, de redes muy cerradas, y mi historia, creo, es la de alguien que se planteó no quedarse donde nació ni tener limitaciones. No hay que temer al fracaso, sino a la mediocridad, eso es lo que hay que decirle a los jóvenes porque este país necesita cambiar.” ¿Nomás a los jóvenes?
De cinismo y anexas
Un amigo me preguntó que si en horario de verano nacen o nos morimos, ¿a qué hora realmente sucede?
Ahí nos vemos.