“Crisis humanitaria” en la frontera de Nuevo Laredo por avalancha de migrantes ante relajamiento

Foto: Shutterstock

  • Desde la última semana de abril, “hemos sido testigos de la llegada de cientos de migrantes a nuestra ciudad”, dijo en conferencia de prensa Enrique Sánchez Martínez, obispo de la diócesis de Nuevo Laredo.

AP / NUEVO LAREDO, Tamaulipas.-Centenares de migrantes, sobre todo haitianos, llegaron en los últimos días a la ciudad de Nuevo Laredo, fronteriza con Texas y de alta incidencia del crimen organizado.

Dicho incremento ya derivó en una delicada situación en los albergues de esta localidad de México, dada su capacidad, por lo que solicitaron ayuda este lunes para atenderlos.

Desde la última semana de abril, “hemos sido testigos de la llegada de cientos de migrantes a nuestra ciudad”, dijo en conferencia de prensa Enrique Sánchez Martínez, obispo de la diócesis de Nuevo Laredo.

“Para nosotros es novedoso porque aquí es el último lugar adonde llegan por las circunstancias de nuestra frontera, de nuestra ciudad, que a veces son adversas para los migrantes, son difíciles para ellos”, agregó el obispo.

Pero como abrieron las puertas en Estados Unidos para recibir solicitudes de asilo, muchos de ellos se vinieron en grandes grupos, añadió.

Nuevo Laredo es territorio del cártel del Noreste, que deriva de los antiguos Zetas y un grupo del crimen organizado que tiene en el tráfico ilícito de migrantes uno de sus principales negocios.

Debido a la violencia y los peligros de la localidad, los migrantes —tanto los que cruzan con traficantes como los que lo hacen a su suerte— suelen cruzar por otros puntos.

Sin embargo, esta situación aparentemente cambió en días recientes, según denunció el obispo. Los haitianos llegaron en “grandes números” y se juntaron con solicitantes de asilo que llevan esperando hasta un año en los albergues de la ciudad para poder gestionar sus casos ante las autoridades estadounidenses.

El año pasado en torno a 14 mil haitianos llegaron a otro recóndito lugar de la frontera con Texas, Ciudad Acuña, casi en un abrir y cerrar de ojos, montaron un enorme campamento en territorio estadounidense y provocaron una complicada situación en los dos países vecinos.

En esta ocasión, solamente en el albergue de la Iglesia Católica de Nuevo Laredo, la Casa del Migrante Nazareth, hay unos 200 migrantes de distintas nacionalidades, a los que se unen 200 más que llegan a dormir en el estacionamiento.

Otro gran número se queda fuera “porque no caben”, afirmó el obispo Sánchez Martínez, por lo que se está habilitando un nuevo espacio con carpas para atender a más personas, lo que ya calificó como una nueva “crisis humanitaria”.

Estados Unidos no ha cambiado sus leyes migratorias pero la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés) comenzó a aplicar en Nuevo Laredo una medida que permite la “entrada de emergencia por razones humanitarias” y eso fue lo que, a juicio del religioso, aparentemente atrajo a los nuevos migrantes.

Decenas de migrantes haitianos también han llegado en los últimos días a otros puntos de Tamaulipas.

Fuente: Latinus

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