Con acordes de Chi Mai despiden a una de las leyendas de Francia, Jean-Paul Belmondo

Foto: Reuters

  • Durante el discurso fúnebre, el presidente Emmanuel Macron afirmó que el actor representaba a Francia y que no olvidarán la elegancia de su alegría. «En cada película, hizo la crónica de nuestras vidas», dijo.

AN / FRANCIA.-Francia despidió este jueves a uno de sus grandes actores del último siglo, Jean-Paul Belmondo (1933-2021), con la célebre banda sonora de El profesional (1981), filme de acción en el que el desaparecido intérprete encarna la valentía y la alegría de vivir por las que los franceses lo reconocían.

Los emotivos acordes de Chi Mai, de Ennio Morricone, fueron el epílogo de una ceremonia de homenaje celebrada en los Inválidos de París clausurada por el presidente francés, Emmanuel Macron.

“Nos gustaba Belmondo porque reflejaba nuestras contradicciones, nuestros fallos, adoramos su gusto por el riesgo, su elegancia”, dijo Macron en su discurso.

El presidente francés, un confeso amante de las artes escénicas, consideró que la muerte de Belmondo significó no solo perder a un gran actor, sino una parte de la vida de los franceses.

“Belmondo era como alguien de nuestra familia, como un hermano, un primo, un tío”, expresó.

Este hombre de las mil caras, que perduró durante seis décadas en las pantallas, ha dejado huérfana a Francia, agregó.

Macron clausuró una ceremonia de despedida con todos los honores, en la que estuvieron presentes la familia del célebre actor, colegas de profesión, figuras políticas y centenares de admiradores.

Bebel, como se conocía popularmente a Belmondo, era símbolo del cine mundial que trabajó tanto en películas de cariz intelectual, con directores como Jean-Luc Godard, como en otras de acción, entre ellas El profesional.

De padres italianos, ambos artistas, Belmondo encandiló por su naturalidad y franqueza, reforzadas por un físico rotundo y unos rasgos algo toscos, como su nariz rota de su época juvenil como boxeador.

Fallecido el pasado lunes a los 88 años, el actor fue también homenajeado por su familia. Su nieto Victor Belmondo, de 27 años y también actor, tuvo que interrumpir su intervención por la emoción.

“Eres un sol eterno, muchas gracias por habernos dado tanta alegría, por haber compartido tu positividad. Ahora aprovecha para reunirte con los amigos que tanto has echado de menos”, manifestó Victor.

Con un funeral multitudinario, el actor francés recibió un homenaje nacional en los Inválidos, uno de los lugares más emblemáticos de París.

Al homenaje, acudieron muchos compañeros del cine, como los actores Jean Dujardin, Marion Cotillard, Berenice Bejo o Nathalie Baye, o el director Michel Hazanavicius.

Tampoco faltaron figuras televisivas o personalidades políticas, como el expresidente François Hollande o la alcaldesa de París, Anne Hidalgo; además de cientos de admiradores, muchos de ellos portando rosas.

La ceremonia de los Inválidos, transmitida en directo por televisión, también contó con la interpretación del himno nacional francés, La Marsellesa, aunque el momento más emotivo fue el Chi Mai, de Morricone.

En la película de esa banda sonora, el fornido personaje de Belmondo es un agente de los servicios secretos franceses cuya misión es asesinar a un dictador africano.

Pero Francia aborta la misión y acaba encarcelado. Su valentía y arrojo le permiten dar la vuelta a esa situación. La película, récord de audiencia en la época, quedó asociada a las cualidades de Belmondo en el imaginario de los franceses.

Tras este homenaje, el féretro con sus restos quedó expuesto al público en los Inválidos, antes del funeral privado que su familia organizó para este viernes en la iglesia parisina de Saint-Germain-des-Prés.

Del culto a la acción
Prácticamente retirado de la gran pantalla desde que en 2001 sufrió un accidente cerebral, Belmondo participó en películas de culto, como Al fin de la escapada (1960), Un mono en invierno (1962), Pierrot el loco (1965) o La sirena del Mississippi (1969).

A partir de 1965, se orientó a un cine más comercial y de aventuras, entre ellas El hombre de Río (1964), Borsalino (1970), El clan de los marselleses (1972) o El magnífico (1973).

Los principales premios llegaron muy al final de su carrera. En 1989, fue el ganador del César al mejor actor por El imperio del león -aunque jamás lo recogió- y en 2016 recibió el León de Oro de Honor en el Festival de Venecia.

Por Antonio Torres del Cerro y EFE

Compartir:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.