ORFIS: una burocracia privilegiada y corrupta, sin autoridad moral para auditar
¿Los veracruzanos podemos confiar en un Órgano Fiscalizador (ORFIS), encargado de vigilar que los recursos públicos del estado se apliquen de manera eficaz, transparente y honesta, cuando les han detectado pagos indebidos a sus funcionarios por más de 50 millones de pesos en sólo dos años?
El ORFIS y su titular Delia González Cobos resultaron la versión jarocha, corregida y aumentada, del desvarío llamado Instituto para “volver a robar al pueblo lo robado”.
El jueves pasado se dio a conocer que durante los ejercicios fiscales 2023 y 2024, el ORFIS cubrió sueldos, prestaciones y bonos al margen de la ley, obteniendo sus funcionarios, de manera ilegal, más de 50 millones de pesos.
Se supone que el ORFIS combate la corrupción con acciones preventivas y el procesamiento de denuncias, pero lo hace a través de una burocracia dorada, onerosa y corrupta. Resultaron en un organismo ineficaz, omiso y cómplice.
Según la información publicada, algunos funcionarios, directivos y auditores percibieron ingresos sin justificación, los cuales superaron el salario del Presidente de la República o el gobernador del Estado, por lo que el Órgano Interno de Control (OIC) presentó las denuncias correspondientes ante el Tribunal Administrativo (TRIJAEV). ¡Inaudito!