¿Amarillismo? Estrategias obsoletas, caos, narcoviolencia, barbarie, drones, ‘coches bomba’ en el México real
A menos de un mes de haber asumido como presidenta de México, Claudia Sheinbaum enfrenta una creciente crisis de violencia, que se traduce en ciudades sitiadas por el crimen organizado, ejecuciones o atentados contra políticos, periodistas y activistas de derechos humanos, ataques a medios de comunicación, explosiones de coches-bomba y balaceras. Las víctimas son miles.
Las Fuerzas Armadas también desempeñan un papel protagónico en la espiral de violencia, ya que están involucradas en confusos episodios que les han valido la apertura de investigaciones.
Sheinbaum asumió el poder el pasado 1 de octubre. Solo dos días después, elementos de la Secretaría de Marina y la Policía Estatal Preventiva de Chiapas mataron a seis migrantes que viajaban en un vehículo en Chiapas. Otros 12 resultaron heridos. Los militares se justificaron con el argumento de que las víctimas no quisieron detenerse para una inspección, por lo que decidieron dispararles.
El operativo puso en evidencia el abuso militar que se intensificó desde que el expresidente Felipe Calderón inició, en 2006, una guerra contra el narcotráfico. Esa estrategia solo multiplicó las violaciones a los derechos humanos.
La agresión a migrantes por parte de militares en Chiapas fue el primer escándalo en el Gobierno de Sheinbaum, pero no el único de este tipo.
El mismo día que ella tomó posesión como presidenta, elementos de la Marina sacaron a seis hombres de sus domicilios en el estado de Colima. Horas después, aparecieron muertos.