¡Ah qué pedrada!
Bastó que le arrojaran una sola piedrota para que se cayera el tinglado del muy mal llamado “segundo piso de la transformación”, sí, ese que según iba a ser muy técnico ya que, según decían, iba a ser conducido por una científica con grado doctoral y con estudios en el extranjero.
Y miren que el sainete protagonizado por la presidente y por los levanta dedos (senadores gobiernistas) no tiene precio y si no fuera porque la protección de los derechos humanos en México se ha visto seriamente afectada, sería digno de miles de carcajadas por mucho tiempo.
Veamos de qué se trató el asunto:
Todo comenzó cuando se acercó la fecha para designar a la persona que va a presidir a la Comisión Nacional de Derechos Humanos por los próximos cinco años y como esa facultad corresponde al Senado de la República, el oficialismo y su mayoría calificada procedieron con presteza a emitir la correspondiente convocatoria.