La militarización del país, un “vodevil” de 3 actos
Al más puro estilo “amlesco”, Claudia Sheinbaum dice que no habrá militarización de la seguridad pública porque esta dependerá de la Comandante Suprema de las Fuerzas Armadas, es decir, de ella como presidenta de la República.
En esa sinrazón, entonces ni el Ejército es militar, porque su Comandante Supremo es AMLO y a partir de octubre lo será Claudia Sheinbaum, ambos mandos civiles.
Con la aprobación de la reforma constitucional que desaparece a la Guardia Nacional (GN) como una institución supuestamente de carácter civil, para convertirla en un apéndice de la Sedena, nuestro país transita de manera vertiginosa hacia la militarización de la seguridad pública.
Esta militarización podemos contarla, como todo buen vodevil, en tres actos.
Primer acto. Los militares deben regresar a los cuarteles, vociferaba el candidato.
En febrero de 2012, el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, se comprometió, como tantas veces, a regresar al Ejército a sus cuarteles en 6 meses si ganaba la elección de ese año.