Amparos patito vs. CFE en Tabasco
La Grilla en Tabasco.
El 27 de agosto de 2014, la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió que era viable que cualquier usuario de CFE solicitara amparo en contra de cobros excesivos y corte del mismo. Ese mismo año, la empresa cambió de estatus legal, por lo que tal decisión no puede esgrimirse como precedente jurídico.
En última instancia, ¿quién daría el amparo? Un juez federal, si acaso. Nadie más.
Durante muchas décadas, políticos engañaron a la gente mediante un supuesto amparo otorgado por ellos, supuestamente sustentado en la “resistencia civil” a la que convocó Andrés López Obrador en Tabasco, a inicios de 1995, como protesta en contra del fraude electoral que denunció. También se incluyó en esa declaración de hace un cuarto de siglo el no pago de impuestos como el predial.
Hace algunas semanas, el ahora Presidente de la República proclamó que esa resistencia civil es una etapa de su lucha política que ya terminó, porque a partir del 31 de mayo de 2019 se aplica el “borrón y cuenta nueva” por parte de CFE y Tabasco tiene acceso al nivel tarifario 1F. No abundaremos por ahora sobre lo que los tres subniveles tarifarios implican fuera de la llamada temporada de verano.
La cuestión es que poco más de la mitad -dos centenares de miles- de usuarios morosos quieren continuar sin pagar, por diversos motivos, y el último plazo para acceder al programa Adiós a tu Deuda vencerá dentro de solo poco más de cien días.
Y ahora, es el PRD de Juan Manuel Fócil -el PRI fijará postura al respecto este lunes- el que reinició el reparto de supuestos amparos para toda esa gente molesta y/o morosa, por sus propias motivaciones.
Este domingo, Fócil y el diputado Nelson Gallegos Vaca, presentaron firmado un texto mediante el cual juran que CFE no podrá cortar el suministro de energía y desmantelar instalaciones. No inventaron algo nuevo. Ahí se dice lo mismo que en el de antes, cuando el obradorismo no había llegado a la Presidencia de la República y al control de mayoría en las cámaras legislativas.
No se trata, siquiera, de una solicitud colectiva de amparo, que se dirige a la autoridad judicial que puede otorgarla o negarla, de manera temporal o definitiva. Es un simple papel para estafar y atraer clientela política.
¿Encontrará eco? ¡Claro que sí! ¿En qué medida? Ya se ha comentado en este espacio que el programa Adiós a tu Deuda debió haber sido difundido, con precisión en sus alcances, en sus más mínimos detalles, desde antes del 31 de mayo de 2019 y permanentemente.
En las rancherías y colonias populares, en donde los vecinos se organizan para la defensa conjunta, no será ese papelito lo que en su momento frene a las brigadas de corte de servicio de CFE, sino eventualmente la acción violenta.
Eso no impedirá que CFE actúe en los lugares en donde los morosos no se atreverán a sacar la pistola para amenazar a los trabajadores, como llegó a hacerlo el actual director general de Petróleos Mexicanos, Octavio Romero Oropeza.
En su condición legal de empresa productiva del Estado, CFE puede promover juicios ejecutivos mercantiles, solicitar el uso de la fuerza pública cuando quiera cortar el servicio y hasta llevarse transformadores, como ya lo ha hecho en muchas ocasiones, y además demandar por la vía penal federal por robo de energía.
Las autoridades deberán medir qué impacto social e incluso electoral tendrán sus decisiones. Los usuarios, a su vez, deben sopesar si les conviene vivir por más tiempo en la zozobra y alimentando a politiquillos mentirosos con sus “amparos patito”.
Twitter: @JOchoaVidal