“Alito”: tiempo y causa perdidos y, ¿qué es del “Fofo”?
‘EnEstaHora’,
De hecho, todo está dicho en lo que se refiere al tal “Alito”.
En poco tiempo logró la unificación del verdadero priismo de auténtica sangre roja… todos en contra.
Quizás, como alguna vez lo dijimos en este espacio, lo único rescatable de su presidencia fue mantenerse en el bloque opositor legislativo y jugársela en la Coalición Fuerza y etc, etc… (nombre, por cierto, muy largo que le quitó la poca identidad que ya había logrado Fuerza por México). Estos dos puntos fueron a su favor.
Lo malo es que en contra no se ha cansado de seguir sumando.
El conjurar con Rubén Moreira para asegurar la “propiedad temporal del PRI”, ha sido un tropiezo que ahonda divisiones en el priismo.
Sencillo, el coahuilense tiene dos credenciales muy visibles: su esposa es la secretaria general y seguirá siendo legisladora, al igual que él; o sea, marido y mujer.
El resultado de esos acuerdos en lo oscurito no ha logrado penetrar en las bases y menos en quienes han sido dirigentes, exgobernadores y exlegisladores. Gente que, efectivamente, por muchos años permaneció en el PRI recibiendo oportunidades y más oportunidades, pero que fueron parte de un sistema que construyó el México que aún tenemos vigente, razón suficiente para tener arraigo, peso territorial y su voz sea escuchada y atendida, aún, por muchos militantes.
Atacar a sus antecesores es pendenciero.
“Alito” lo menos que puede ocultar es que también ha recibido mucho del PRI -hasta ser gobernador-, como para siga aferrándose a firmar como su dirigente. Su embestida es como pararse frente a un espejo y escupir a su propio rostro.
Alega que quienes lo combaten, no participaron en la pasada campaña, que no se les vio. Quizás pudiera tener razón.
Sin embargo, hay una interrogante aún mayor:
La pregunta que se impone es: ¿Acaso “Alito” ayudó, con su presencia egocéntrica, en alguna campaña?
La respuesta es sencilla: NO.
Al contrario, desde su presencia que no genera simpatías hasta su vestimenta adornada de 100% ego, molestaban más a la vista y a la empatía.
Así que, si la decisión tomada es desaparecer a ese partido, entonces si es válido que se aferre a la dirigencia que, sin duda alguna, un día se quedará sola y sin militantes que les aplaudan sus discursos perdidos en el espacio.
Empatando el escenario con Veracruz, la verdad es que no hay un solo aliciente para pensar que en el 2025 se ganen suficientes alcaldías para conservar el registro, menos si se rompe la alianza con el PAN, que es el partido de oposición que aún trae un mejor tanque de oxígeno.
De por sí, dicen que acudir a las oficinas de la dirigencia estatal de ese partido, es encontrase con pasillos y oficinas vacías; mejor ni imaginar un evento convocado a cielo abierto.
Adolfo (“Fofo”, como él mismo se hace llamar imitando todo el estilo fanfarrón de “Alito”) Ramírez Arana, habiendo adoptado la misma moda en la vestimenta del presidente nacional, que refleja unas letras más grandes que su propia convicción de militante del PRI, debe de reconocer que no tiene arraigo ni identidad con la militancia de los 212 municipios, porque es muy distinto haberlos visitado en plena campaña con un candidato que parecía llenar las expectativas de los veracruzanos, a ir ahora cuando su dirigencia ha entregado los peores resultados electorales de la historia de la entidad.
A “Fofo” lo perjudicó aun más, la compañía de una Secretaria General que no representa nada para el priismo veracruzano, ni siquiera para el de su tierra San Rafael (que es asiento real del PRD desde hace tres trienios) y, ella, Lorena Piñón, la diputada federal repetidora gracias a “Alito”, ni las manos ha metido.
En conclusión, “Fofo” como “Alito”, están dejando morir al PRI, sin siquiera hacer una llamado a emergencias y llevarlo, cuando menos, a consulta en el área de urgencias.
Nota final: La cirugía a corazón abierto es una verdadera y urgente necesidad, lástima que no lo terminan de entender.
No “bombea” sangre roja en las marchitas dirigencias de ese partido… bye-bye, PRI.