Ancira, ladrón solitario con 200 millones de dólares
Carlos Salinas de Gortari se robo la presidencia de la república en 1988 y no actúo solo, pues contó con el beneplácito del presidente Miguel de la Madrid y el secretario de Gobernación Manuel Bartlett, que era el responsable del proceso electoral y el justificante fue que se cayó el sistema porque, -fraude patriótico-, después de las cinco de la tarde de aquel julio fatídico, empezaron a fluir los resultados y había que pararlos de manera eficiente. En Veracruz, por ejemplo, empezó la maniobra y produjo los resultados apetecidos.
Si bien el presidente de la Madrid aceptó su culpa de ese fraude electoral, -en entrevista con Carmen Aristegui-, poco duró el gusto, porque Gamboa Patrón, otrora poderoso y vinculado a la pedofilia, según denuncia en “los Demonios del Edén” Lydia Cacho, se encargó de salir a la palestra para desmentirlo, a grado tal que se calificó esa declaración como un acto de demencia senil y al poco tiempo feneció ese presidente que , de paso, se encargó de sentar las bases para que la nacionalización de la banca de López Portillo, se revirtiera ya con Salinas, para entregarse a un auténtico grupo de saqueadores de la nación que no se han ido y que no se quieren ir, por el contrario, se han consolidado a resultas de la llegada al gobierno de Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto.
En tiempos actuales -ya en el reinado de Peña Nieto- se nos sorprende que un solitario empresario del grupo de Claudio X González, de nombre Alonso Ancira , -a quien en el gobierno de Salinas le vende la empresa Altos Hornos de México y se convierte en el rey del acero,- algo así como Kamel Nacif, que es el rey de la mezclilla en Puebla, hoy prófugo de la justicia en Líbano- y sin ningún cómplice visible o denunciado, realiza la venta de Agro nitrogenados de Coatzacoalcos con sobre precio de doscientos millones de dólares , que es hoy su pesadilla, porque está en la cárcel y sin posibilidad de llevar el proceso en libertad, por el manejo de recursos de procedencia ilícita , solo que antes tiene que reparar el daño causado a la nación, sin embargo, la desesperación es tal que no tan solo regresara la cantidad que se señala sino que le agrega, una especie de revire,- no es mas que actualización- que es común en el póker , diecinueve millones de dólares más, eso para demostrarle al mundo que con el no anda el hambre, no más la necesidad, si eso es lo que devuelve a manera de reparación, cuanto más dinero tiene, en un de miserables.
Si Carlos Salinas, según denunció el exsecretario de comunicaciones Téllez, se robó la partida secreta que se maneja en la presidencia de la república, hoy un solitario bandillo se embuchada doscientos millones de dólares sin contar con un solo cómplice, es decir, se nos quiere hacer aparecen como redomados idiotas o tontos de capirote, que nadie sabía que Odebrecht era una joya de los sobornos y si bien la cárcel enfría todo, Lozoya acepta denunciar todo genero de trastupijes, que se hicieron en Petróleos Mexicanos ,para venderlo como chatarra, a cambio de lo que hoy se conoce como criterios de oportunidad que significa :reparar el daño y colaborar con el estado mexicano para que la condena no sea extrema y lleve el proceso en libertad, cumpliendo con las condiciones que el juez de control.
Tarde, pero la justicia divina llega, así como aconteció con Lydia Cacho, que esperó más de dieciséis para ver en prisión a Mario Marín, el exgobernador precioso de Kamel Nacif,- el héroe de la pedofilia junto a Kuri – que tiene una condena de más de cien años y que alimentaba a gobernadores y políticos de toda calaña en el suministro de menores de edad ,para saciar los ímpetus lascivos.
A la distancia y en la serenidad que da el tiempo, se aprecia el flaco favor que hicieron los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación: Guillermo I Ortiz Mayagoitía, presidente en ese momento ;Sergio Walls, Sergio Salvador Anguiano, Margarita Luna Ramos, Olga Sánchez Cordero- hoy secretaria de Gobernación- y Mariano Azuela- el mismo que instrumento con Fox, siendo presidente de la Corte, para preparar el desafuero de Andrés Manuel López Obrador, cuando ejercía funciones de Jefe del Departamento del Distrito Federal y enjuiciarlo por supuesta violación a un amparo-, al exonerar al l gobernador Mario Marín, de que no había cometido violaciones graves a las garantías de la escritora y periodista, lo que llevó a que la ONU, al través de la Comisión de Derechos Humanos, condenara al estado mexicano a que restituyera a la víctima en sus derechos humanos y a la indemnización , llevando a prisión a los responsables, incluyendo a los funcionarios que se coaligaron para dañarla, de ahí que una investigación a fondo, lo que establece la condena internacional, tendrían que rodar varias cabezas para que se cumpla lo que establece el artículo primero constitucional: “todas las autoridades en el ámbito de su competencia tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos en base a los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad, progresividad, en consecuencia, deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones”
Por su parte, los ministros que apoyaron el proyecto del Ministro Juan N .Silva , Genaro Góngora Pimentel, José de Jesús Gudiño y José Ramón Cossío para procesar al gobernador,- ya retirados de la judicatura- , ven ahora cuanta razón les asistía que no aceptaron el cabildeo o las amenazas de ese momento, ni prestarse a tan nefanda maniobra y sentar precedente que ahora, podría emularse, de manera tal, que nadie sea intocable y tan es así que ya el presidente de la república puede ser enjuiciado y revocarle el mandato, para desterrar la dictadura perfecta de Vargas Llosa .
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