Yunes exonerado; ¿Duarte-García, perdón?
PLANA MAYOR
Gaudencio García Rivera
El imaginario colectivo mantiene suspicacias con el nuevo gobierno de Norma Rocío Nahle García sobre el affaire que pesa contra Javier Duarte y su banda, así como el de Cuitláhuac García.
El boquete financiero a las arcas del gobierno de Veracruz realizado con maestría excepcional por el expriista Javier Duarte y que terminó de hundir el moralista expanista Miguel Ángel Yunes Linares, se ha alargado en la burocracia de las barandillas, sin que hasta el momento se haya recuperado el millonario quebranto patrimonial.
El sonado desvío de recursos públicos del ahijado del exgobernador Fidel Herrera Beltrán con la complacencia del gobierno federal del entonces presidente Enrique Peña Nieto por complicidad aviesa, podría escribirse una novela de corte político-policiaco y llevarse a la pantalla grande donde se entrelazan los pecados capitales.
La narrativa se conjuga con la avaricia por el dinero ilícito, el idealismo, la traición, la vanidad, la corrupción, el asesinato y la obnubilación por el ‘pinche’ poder público. Vamos, la acumulación del poder hasta convertirse en los iluminados, en el ‘amo y señor’ de las oligarquías en Veracruz. ¿Lo recuerdan?
Idéntico al fondo del dramatismo de la película “Todos los hombres del rey”, personificada por el actor Sean Penn, y estrenada en el 2006. ¿Por qué el imaginario colectivo disiente del criterio oficial de la señora Nahle en los temas de Duarte, Yunes Linares y Cuitláhuac García?
Cuitláhuac prometió acabar con la corrupción heredada por Duarte-Yunes y la grave narcoviolencia, pero terminó sucumbiendo, abrazando la corrupción y enriqueciéndose inexplicablemente, desviando los dineros públicos, junto con sus familiares y amigos íntimos. ¡Resulto peor!
La credibilidad en las instituciones públicas se han erosionado como la inseguridad pública, la salud, obras públicas y la mayoría de los servicios públicos, por los fraudes y enriquecimientos explicables de los servidores públicos de todos los colores, sin excepción.
Cuitláhuac decía, al igual que su mentor el talibán de Macuspana, que no era “iguales”, refiriéndose a los gobiernos del PRI, PAN y PRD, con la cantaleta de “no robar, no mentir y no traicionar”, pero resultaron cínicos y mentirosos peores que sus antecesores.
De ahí que surge la inquietud, el temor y la zozobra de los veracruzanos. Doña Rocío avalará la impunidad que le otorgó el líder del Senado, Adán Augusto López-violando la autonomía del Estado-, a la familia Yunes Linares-Yunes Márquez, para que en Veracruz la fiscalía general limpiara los expedientes de los Yunes y declarará caso cerrado.
Nahle García, quien ganó la gubernatura con 2 millones 100 mil votos en números redondos contra un millón 500 mil votos de la oposición en su conjunto, ¿otorgará indulgencias a Duarte y su pandilla para que campechanamente disfruten de los 40 mil de los 60 mil millones de pesos que desviaron de las arcas del gobierno de Veracruz?
Como el Senado reparte una especie de ‘indultos’, perdón y olvido como pregonaba el Robespierre de Macuspana para el crimen organizado, o salvoconducto a los adversarios de Morena como fue el caso de los Yunes, ¿la señora gobernadora concederá indulgencias para su correligionario Cuitláhuac García de los quebrantos patrimoniales que denunció oportunamente el Orfis?
Este es el dilema que enfrenta la Nahle García si perdona a Cuitláhuac, en automático deberá perdonar a Javier Duarte. A la fecha el gobierno de Veracruz no ha recuperado ni un centavo del hoyo negro de la Sefiplan del hoy preso en el Reclusorio Norte, excepto bienes materiales, incluyendo el rancho en Edomex que hoy disfrutan como jeque personal de la Sedena.
Ojalá la reflexión de la titular del Poder Ejecutivo sea para el bien de los veracruzanos en este invierno porque se gobierna en teoría para todos sin distinción, ni fobias ni filias. Punto. A nuestros lectores ¡¡¡Feliz Navidad y que la unión perdure en la familia!!! Un abrazo fraternal.
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