Un ex militar jefe de plaza de Los Zetas ordenó el secuestro y muerte de un periodista
CLAROSCUROS
Un ex militar jefe de plaza de Los Zetas ordenó el secuestro y muerte de un periodista ¿Por qué no hay un cártel de Veracruz?
José Luis Ortega Vidal
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El martes 11 de febrero del 2014 fue encontrado el cuerpo sin vida del reportero Gregorio Jiménez de la Cruz.
Había sido secuestrado seis días antes en su propio domicilio de la comunidad Villa Allende, municipio de Coatzacoalcos, Veracruz.
Hasta la fecha se encuentra presa Teresa de Jesús Hernández Cruz, autora intelectual del ataque mortal contra el periodista de Notisur, En la Red, El Liberal del Sur; todos con sede en Coatzacoalcos y circulación regional.
Nativa de Oluta, Veracruz, Teresa de Jesús Hernández era propietaria de un bar en Villa Allende, donde se prostituía a mujeres migrantes secuestradas por el cártel de los zetas.
Un yerno de la madrota ligada al tráfico de drogas, “le ayudaba” con ´la seguridad´.
Se llamó Sergio Servando Montalvo López, fue militar, comandante de la policía municipal de Hueyapan de Ocampo cuando gobernó por segunda ocasión Gaspar Gómez Jiménez (2012-2014) y apareció ejecutado en Yanga, Veracruz, el 31 de marzo del 2015.
Alias “el pelón” o ´el cachorro´ Montalvo López habría sido jefe de plaza de los zetas en Villa Allende y comandó un grupo de secuestradores a quienes ordenó el plagio del periodista Jiménez de la Cruz.
La multiplicidad de acciones delictivas operadas desde el bar de Teresa de Jesús Hernández Cruz había cobrado otras víctimas con pérdidas de libertad y de la vida por “encargos de distintos clientes”.
De hecho, al encontrarse el cuerpo del reportero Jiménez de la Cruz dentro de una fosa clandestina en el municipio de Las Choapas aparecieron dos más: el de Ernesto Ruiz Guillén -líder obrero- así como el de un taxista.
Al menos una parte de los autores materiales del asesinato de Gregorio Jiménez de la Cruz están presos.
Amadeo Flores Espinosa, Procurador de Justicia en el gobierno de Javier Duarte de Ochoa, comentó al autor de este texto sobre la existencia de dos cómplices más ubicados en Oaxaca.
A los pocos días del hallazgo sin vida de Gregorio Jiménez de la Cruz hubo relevo en la Procuraduría de Justicia de Veracruz y el caso se dio por cerrado.
Nunca, nadie, volvió a hablar sobre la existencia de otros dos presuntos asesinos materiales del periodista, quienes habrían permanecido libres.
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La captura del general Salvador Cienfuegos Zepeda por la DEA en el aeropuerto de Los Ángeles, California el jueves pasado, abre un diálogo de sordos.
Nos han inscrito -de botepronto- en un curso de historia…
La rapidez de los acontecimientos nos obliga a una actuación de suma inteligencia, objetividad, apego a la ética…
De ello dependerá la aparición de ideas, visiones, explicaciones constructivas para el bien de la sociedad polarizada, violentada y confusa en que nos hemos convertido…
La detención del General Cienfuegos Zepeda constituye un acontecimiento histórico y no puede ser analizado bajo una metodología lineal…(1)
Requerimos acudir a la metodología helicoidal…(2)
También robar a la geometría clásica su concepto de poliedro: cuerpo tridimensional limitado por un número finito de superficies planas.
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El encarcelamiento y acusación por narcotráfico y lavado de dinero a que se somete por primera vez a un militar del más alto nivel en la historia del país tiene “n” número de potenciales análisis, perspectivas, orígenes y consecuencias.
La mayor parte de ellas, por deducción, resultarán contradictorias en su conformación y su exposición argumental.
Son y serán dialécticas.
Y al mismo tiempo todas contarán con una parte de verdad…
Algunas con más datos certeros y otras con mayoría de equívocos…
Empero, estamos ante un caso donde nadie puede equivocarse en su totalidad.
Hasta la opinión más radical, o la más burda, aportarán algo digno de tomarse en cuenta.
Salvador Cienfuegos Zepeda dejó de ser un sujeto, un individuo, para convertirse desde el jueves 15 de octubre del 2020 en el representante de un Sistema, un Régimen, un Estado, una Sociedad, un País desnudos frente al mundo sin que haya oportunidad -por el factor sorpresa y la trascendencia del hecho- de asimilar lo ocurrido sino al paso de los meses, incluso los años…
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Sabemos que las fuerzas armadas mexicanas -tal como la estructura total del Estado- hieden a corrupción desde varias décadas atrás.
Sin embargo, el caso de Cienfuegos obliga a la exposición de pruebas contundentes en su contra y mientras éstas no se muestren cuenta con la presunción de inocencia otorgada por el Derecho.
Hay dos extremos que se unen dramáticamente: si el ex Secretario de la Defensa Nacional en el sexenio de Enrique Peña Nieto es hallado culpable nuestras fuerzas armadas se vestirán de ignominia para los siglos que vienen…
Si ocurre lo contrario: la DEA y el Departamento de Justicia de Estados Unidos harían un ridículo muy grave para la vida institucional del vecino país norteño pero también de consecuencias delicadas en el andamiaje del combate al crimen organizado desde y en México.
Seríamos testigos de una orgía institucional internacional donde los únicos triunfadores resultarán los criminales.
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Van unas analogías:
- Edipo descubre que Layo es su Padre y no lo mata. Se destruye así un mito fundador dentro del cual el incesto previsto ya no es posible porque Yocasta también se ha enterado a tiempo sobre la presencia en vida del hijo -para ella- muerto…
- Creímos desde la pedagogía tradicional -aún vigente- en la existencia del soldado como ejemplo de honestidad, patriotismo, lealtad, disciplina.
Cada 19 de febrero los niños fuimos trasladados -durante generaciones- a los cuarteles cercanos a obsequiar lo que fuese a los hombres del ejército como sinónimo de reconocimiento, afecto y respeto.
De pronto el mito se derrumba y nos muestran a un militar defenestrado por un país extranjero.
A los nuevos educandos cooptados por la revolución tecnológica de internet y redes sociales, moralmente sólo nos restaría engañarlos lo cual sería inmoral.
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Ocurre en casos trágicos -como el encarcelamiento de un General- que en la moral descubrimos justamente el corazón de lo amoral.
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A todo esto:
No existe un cártel de Veracruz…
¿Por qué?