La borrachera

Al estilo Mathey

Gustavo Cadena Mathey

Premio Nacional de Periodismo

Pocas veces retumban por todo Veracruz, -como ahora- con escándalo de tambores y sonidos de trompetas, las visionarias palabras de aquel bonachón político de polémico pasado que con tan solo dos años como gobernador conquistó el cariño de los veracruzanos.

Don Fernando Gutiérrez Barrios, del que este reportero tuvo el honor que lo considerara su amigo, siempre advirtió: “cuando el pueblo dice que es de noche, aunque sea de día, más vale ir encendiendo los faroles”.

Es lo que no entendieron los ensoberbecidos morenos y sus gobernantes quienes incluso cinco años después del glorioso ascenso que les confirió el pueblo permanecen en su borrachera política y no se han dado cuenta que prácticamente ya lo han perdido todo.

Ya solo Faltan cuatro meses para que despierten de su embriaguez.

MAS FUEGO A LA HOGUERA

Si leyó usted las columnas de ayer, no solo estará que se lo lleva el tren de enchilado, y no precisamente el Maya.

En su columna “Desde el Café”, Bernardo Gutiérrez Parra critica que El Peje no ha hecho ninguna buena obra para Veracruz:

“Lo que sí ha hecho es quitarles al menos el balasto, esa gravilla que se coloca como soporte para que sobre ella se tiendan los rieles y durmientes de una vía como la del Tren Maya.

 “El balasto es una piedra difícil de conseguir y uno de los lugares que la tenía era un cerro en la comunidad de Balzapote que pertenece a Los Tuxtlas. Por centurias ese cerro vio salir el sol detrás del azulado horizonte mientras era bañado por las aguas del Golfo de México, hasta que decenas de retroexcavadoras lo convirtieron literal, en gravilla.

“Exactamente lo mismo que ocurrió en la península de Yucatán con más de 10 millones de árboles que fueron cercenados hasta la raíz para que por ahí pase el trenecito del presidente.

“Bueno, pero pulverizar ese cerro sirvió para darle trabajo a cientos de veracruzanos ¿o no? Pues no.

 “Ese cerro sirvió para engrosar en cientos de millones de pesos la cuenta bancaria de Gonzalo López Beltrán alías el Bobby, el tercer hijo de Andrés Manuel que por cinco años se manejó con bajo perfil, hasta que el pasado martes un reportaje en Latinus dado a conocer por Carlos Loret de Mola, lo presentó como el articulador de una red de negocios y de tráfico de influencias que controla miles de millones de pesos, según Mario Gutiérrez Vega, autor del reportaje”.

Hasta ahí lo escrito y publicado ayer por Bernardo Gutiérrez el columnista tuxpeño, que deja a uno con un claro sentimiento de indignación contra estos nuevos mesías que en solo cinco años de poder engañaron y defraudaron al pueblo; y eso calienta más.

Sin embargo, dentro de este sexenio hay funcionarios en todas las áreas que sí trabajan bien, muy pocos, pero insisto los hay en todas las dependencias.

UN PODER QUE SE AGIGANTA

Pero “no todo está podrido en Dinamarca” como antes se decía, en Veracruz hay un poder apartidista que poco a poco, paso a paso recupera su dignidad y la buena imagen que caracterizó a los maestros del Derecho.

Pasado el trago amargo de los edeles, las chabelitas y las joanas, el Poder Judicial del Estado, sí, como el Ave Fénix empieza a renacer de sus propias cenizas, bajo la inteligente conducción de su Presidenta la magistrada Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre acaba de cumplir un año de positiva y creciente gestión que se siente por todos los distritos judiciales, con las familias de los trabajadores de la institución y por supuesto en los justiciables.

De carácter jovial, respetuosa y dinámica, la Señora Presidenta incursiona en las redes con espíritu de servicio y este domingo se estrenará con su programa “Justicia y algo más con Lisbeth Aurelia”, ¡no se lo pueden perder!

Y como siempre le recuerdo apreciado lector, tenga paz y armonía en su hogar. Cuide el agua y las plantas.

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