Guillotina a organismos autónomos, débil medida de AMLO

Es cierto que no fue un movimiento armado el que llevó a Andrés Manuel López Obrador al gobierno de la República, sin embargo, el hastío era tal, que más de treinta millones de mexicanos lo eligieron para que se realizara un cambio profundo,- sobre todo en materia de corrupción e impunidad-, de ahí que tendrá que aplicarse para, no tan solo desaparecer los organismos autónomos con que se enmascaró esa pandemia, sino que propició el saqueo desmedido de los bienes nacionales, que aherrojó y condenó a más de setenta millones de mexicanos a vivir en la miseria o pobreza extrema.

Si lo anterior no fue suficiente y solo se desaparecen esos organismos que crecieron en sustento a la simulación y mentira que premió en el pasado reciente, -sin exhibir el extremo de la complicidad de quienes, por acción u omisión, participaron de esa farsa -, nadie vivirá para creer que lo hecho fue en agravio de la nación o en contra del interés público, pues ahí se tiene, por ejemplo, el caso del ex ministro fugitivo de la suprema Corte de Justicia Medina Mora que salió por piernas de ese tribunal – sin justificar la causa grave -, o bien, el ministro de la segunda Sala Pérez Dayán, que desacatando lo previsto por el artículo 64 de la ley que reglamenta las acciones de inconstitucionalidad o controversias constitucionales, concede la suspensión de la Ley federal de remuneraciones que reglamenta el artículo 127 constitucional a quienes se impusieron sueldos superiores al presidente de la república y no han sufrido ninguna consecuencia, al menos no se sabe si existe algún juicio de responsabilidad en el senado, al igual que con los responsables de esos organismos o bien con los cientos de fideicomisos .

Se requiere que la ciudadanía, que en el año 21 votará para renovar la cámara de diputados, vea consumada las consecuencias de que todo ordenamiento jurídico que contiene la acción de la justicia, para quienes no observan la constitución y sus leyes, se les castigue y es evidente que se ha transgredido lo ya establecido, sin que se haya procedido legalmente y reafirmar que se vive en un régimen democrático y de derecho.

No existe duda que los más de cien organismos autónomos creados por los gobiernos anteriores, esconden el afán de aplastar la hacienda pública, de manera que los recursos que provienen de los impuestos y demás medios que generan las empresas productivas de la nación que se redistribuyen a todos los mexicanos, para paliar la cada vez más pobreza que existe, de manera que atando o nulificando al Estado y no se atienda con atingencia las necesidades sociales como es la educación, seguridad social, agua, electricidad, medidos de comunicación, es decir, aquello que tienda a servir a las grandes mayorías, mediante remuneraciones justas y no de expoliación que por lo general se propicia, dejar el espacio para que la utilidad de las minorías explotadoras será cada vez mayor, por lo mismo, como podrá verse, el país registra , en los años recientes una minoría que ha pasado a formar la lista de Forbes, algo inimaginable en los años 70.

No es casual- al menos que se pruebe lo contrario- que la delincuencia- extorsión, secuestro, tráfico de personas, defraudación fiscal, lavado de dinero, etcétera, ha crecido de manera que pueda desafiar al Estado mexicano, si no existiera la colusión desde el gobierno, lo que ha crecido de manera exponencial, o solo que sea por ensalmo, ya que cuando se tienen que descongelar las cuentas por miles de millones de pesos que incautó la unidad de inteligencia financiera de la Secretaría de Hacienda, a esos grupos, el fracaso proviene de la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, aprobada por la segunda sala, que está integrada por Pérez Dayan, Franco, Laynez, Esquivel- propuesta por López Obrador como ministra y aprobada por el actual senado de la república- y por el ex ministro Mediana Mora, actor del proyecto, que establece que esa dependencia federal no puede congelar ninguna cuenta en México que no sea producto de una solicitud de un gobierno extranjero, es decir, amarra las manos a las autoridades mexicanas para que el poder que genera el dinero, no se toque, sin lo solicita un país extranjero.

La jurisprudencia de esos ministros de la Suprema Corte es el símbolo aberrante de la impunidad a la delincuencia de todos los niveles, por lo mismo, si se entrega un país corrompido hasta el tuétano, la lucha presidencial tiene que ser a fondo y afrontar esos retos, si se quiere que el cambio florezca , de lo contrario, se quedará en la epidermis, pues los Genaro García, Medina Mora, Pérez Dayan, Altos Hornos, Lozoya, Odebrecht, etcétera, quedará en el anecdotario.

Ante los acontecimientos y la pandemia que atosiga a un sistema de salud dejado colapsado por los secretarios Frenk y Narro, – cuyo rescate empezó el año anterior- demostrara la eficiencia en el manejo de esa crisis y la oportunidad para, en la emergencia, decretar, si bien no la suspensión de las garantías individuales, al menos actuar con rigor estricto en cuanto a los reclamos de los gobernadores que, sin probar su austeridad en el manejo de los recursos públicos, siguen derrochando, como lo hacen los organismos autónomos constitucionales, en contra de los bienes de la nación.

limacobos@hotmail.com

Twitter:@limacobos1

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