GANDALLAS DE LA POLÍTICA

Joseph Robespierre. Foto: Ilustración

Querido Sancho: compruebo con pesar cómo los palacios

son ocupados por gañanes y las chozas por sabios. Nunca

fui defensor de reyes, pero peores son aquellos que engañan

 al pueblo con trucos y mentiras, prometiendo lo que saben

que nunca se les va a dar. País este, amado Sancho, que

                       destrona reyes y corona a piratas, pensando que el oro del

                             Rey será repartido entre el pueblo, sin saber que los piratas  

                                     solo reparten entre piratas. Miguel de Cervantes. Don Quijote de la Mancha (1605).

Según el Diccionario de Mexicanismos de la Comisión de Consultas de la Academia Mexicana de la Lengua (Siglo XXI Editores 2010), gandalla (sustantivo o adjetivo), es la persona que se aprovecha de alguien o se apropia de algo de manera artera.

Admitamos que esta palabreja ya es de uso común, modesta aportación coloquial de la política mexicana al mundo.

Recuerdo que hace 40 años, como escenario para el V informe de gobierno de José López Portillo, a partir del 1° septiembre de 1981 se estrenaron las instalaciones del palacio legislativo de San Lázaro, para alojar los recintos de las cámaras de Diputados y de Senadores. La vieja y señorial casona de la esquina de Donceles y Allende, en la Ciudad de México, fue cedida como nueva Cámara de Diputados local.

No deja de ser irónico que esa primera cámara federal se haya instalado el 1° de enero de 1829 nada menos que en el Palacio Nacional, dotada de un foro semicircular en la antigua Sala de Comedias de los Virreyes, detrás del gran patio palaciego. El 22 de agosto de 1872 se incendió esa sala provisional, que había sido reemplazada como Cámara de Diputados formal por el Teatro Iturbide (1852), por más de 20 años el teatro más elegante y cómodo de la capital del país, que luego funcionó como sede de la Cámara de Diputados, de 1872 a 1909; reabrió el 1° de abril de 1911, ya iniciada la Revolución, con un informe de Porfirio Díaz sobre la situación del país, y fue sede de la Cámara de Diputados federal de México hasta junio de 1982. Posteriormente albergó a la Asamblea Legislativa del DF hasta 2018, cuando entró en funciones el Congreso de la Ciudad de México.

De modo que todo “aquello que fue vieja sala de comedias, viejo teatro, vieja cámara de Diputados”, como me atreví a parafrasear con Unomásuno, hace 40 años,el 1° de septiembre de 1981, parece que sigue igual.

Porque el mero trasiego de recintos quedó solamente en eso: mudanza de alojamientos (herencia de la que no escapa el palacio legislativo de San Lázaro). Porque intramuros han sobrevivido viejos vicios del sistema político mexicano, no las décadas y los gobiernos transcurridos desde entonces, con todo y abusos, mafias del poder, trampas, engaños y mentiras.

¿Transar para avanzar?

Para vergüenza de algunos integrantes de la Cámara de Diputados, miembros de cuatro partidos políticos (Morena, PRI, PAN y PRD), intentaron el 28 de septiembre último asestar un golpe antidemocrático para hacerse del “control político” del cuerpo legislativo camaral. 

En insólita confabulación, presuntamente instigada por la bancada de Morena y los coordinadores de los diputados de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), la Cámara de Diputados, se pretendió último burlar el proceso legislativo e imponer “un vil y vulgar reparto de comisiones, para tratar de generar un acuerdo político en la Cámara de Diputados”, denunciaron el presidente de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda Hoeflich y el coordinador senatorial del grupo parlamentario Dante Delgado Rannauro.

No escapa a los observadores políticos, que la maniobra descarada está vinculada a los resultados de las recientes elecciones federales, en las que al menos uno de los actores estuvo en peligro de perder su registro, y otro se ufana en mentir ante las cámaras de televisión al presumir de una mayoría aún no declarada por la autoridad electoral. Pero hay que entender. sin aceptar, que estos tiempos ya no se rigen por la ley, ni por la democracia, sino por el voluntarismo y el autoritarismo unipersonal.

La reforma a la Ley Orgánica del Congreso General, aprobada en la Cámara de Diputados por los legisladores de Morena y sus aliados, con el apoyo de los legisladores del PRI, PAN y PRD pretende fusionar y dividir distintas comisiones en la Cámara baja. Esta reforma sirvió a Morena y sus aliados para negociar el número de comisiones con los grupos parlamentarios que supuestamente son de oposición. “La única intención que tiene esta modificación es ampliar el botín para quienes se lo quieren repartir en la Cámara de Diputados. No vamos a ser cómplices de ese atropello”, sostuvo Castañeda.

En el Senado de la República, el senador Dante Delgado, coordinador del grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano, fue muy claro:

“Qué trágico resulta el doble discurso: el discurso de la calle, en el que se dice una cosa para granjearse simpatías, y el discurso de los resultados legislativos, que se traducen en modificaciones a la ley. Hacer actos legislativos ilegales es algo que quedará en la responsabilidad de cada uno de los senadores, y la responsabilidad política, en cada uno de los grupos parlamentarios.”

¿De qué se trata? ¿De ampliar el botín?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.