¡Feliz Año Nuevo Espejo 2020!

Con todos los estertores  y nubarrones, pero también de éxitos y triunfos –en el mundo de los claroscuros-, se ha ido el 2019 con toda la nostalgia que representa el pasado. Una parte de nosotros se ha ido, para formar la historia que mañana leerán los nietos.

Nace el incipiente Año Nuevo 2020 con los mejores augurios para la humanidad. El año ‘espejo’, como se le conoce a los números pares en la vida esotérica, traerá cambios importantes para el país y el mundo.

Dejemos a un  lado el materialismo, la avaricia, la codicia, la riqueza mal habida, la corrupción, la impunidad, la debilidad del estado de derecho y la injusticia que refleja el poder público en los tres órdenes de gobierno.

La clase política tarde o temprano -morenistas o de cualquier partido que sea-pagará el precio del doble discurso, de la simulación, del populismo disfrazado en una falaz democracia, del clientelismo rapaz y de su mordaz miopía ante las urnas. Así ha ocurrido en el mundo. No hay gobiernos eternos.  

Con los nuevos programas electoreros que impuso el catequista trasnochado de Tabasco, Veracruz no va a salir del tobogán si no hay una política integral para superar la recesión económica, de inseguridad, desempleo y de salud.

El naciente Año Nuevo 2020 será exitoso –es el mejor de los augurios para la sociedad civil y ciudadanos de a pie- si el gobierno de Cuitláhuac García empieza por principio de cuentas resolver el pago de la deuda con los proveedores para reactivar la economía estatal.

Someter a una cirugía mayor las pandemias de corrupción, impunidad, estado de derecho socavado, tráfico de influencias, nepotismo, improvisación y patrimonialismo que   mantienen colapsadas al aparato político local. La nueva moral de la 4T debe predicarse con el ejemplo, no de dientes para afuera.

La fortaleza institucional del aparato gubernamental depende del resultado, eficiencia, transparencia y rendición de cuentas del gobernante en turno y de sus alfiles. En un año, el gobierno  de Cuitláhuac García nos ha brindado más incertidumbre que certeza. La narcoviolencia es su talón de Aquiles.

Sus acciones, no reflejan el bienestar social de los 8 millones de habitantes  de Veracruz. Los  logros del gobierno morenista son pírricos y sombríos. La austeridad cuitlahuista es solo un espejismo y una práctica deleznable y fútil que ejecutan con singularidad los titulares de los poderes Legislativo y Judicial.

El Año Nuevo 2020, que refleja un gran espiritualismo y numérico  de acuerdo los venerables maestros del birrete y compás, en lo general será un gran año del cambio en todos los órdenes materiales, sociales y políticos.

Solo se requiere que nos apliquemos la conseja del poeta nayarita Amado Nervo: ser el gran arquitecto de nuestro propio destino. “Vida nada te debo, vida estamos en paz”.

¡Feliz, próspero y buenaventurado Año 2020!    

Gaudencio García Rivera

gau41@hotmail.com

Twitter:@12horasver

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