Insultar a los ciudadanos
Además de probar de manera contundente que la realidad del país no se ve desde un solo prisma ni en un solo color, la “Marcha por la Democracia” de este domingo mostró nuevamente el envilecimiento de la clase gobernante, que se cree dueña absoluta de la verdad, de los símbolos patrios y hasta del derecho de manifestación. La reacción del presidente López Obrador a la marcha que solo en la Ciudad de México congregó a más de 100 mil personas en la plancha del Zócalo lo retrata: acusó a los ciudadanos de “alcahuetes”, de “defender la corrupción” y de buscar que “regresen los corruptos”. Dijo además que los manifestantes –que demostraron gran capacidad de organización sin necesidad de acarreos, sin despensas ni pagos de por medio, y sin la amenaza de perder su trabajo si no acudían- fueron a defender “la democracia de ellos” y no la “democracia del pueblo”, así como que se “quedaron callados” ante los fraudes electorales del pasado.
Leer más