Hallan restos de un joven y un perro que fueron sepultados por un tsunami en el Santorini

El devastador desastre natural ocurrió en el sur del mar Egeo. Elena Elenaphotos21 / Legion-Media

  • A pesar de ser uno de los mayores cataclismos en la historia, hasta ahora no se habían descubierto los restos de ninguna de las víctimas. En base a un análisis por radiocarbono de los depósitos de tsunamis, los expertos concluyen que el año 1612 a. C. es lo más temprano que pudo haber ocurrido la erupción.

RT / TURQUÍA.- Un grupo de arqueólogos dirigido por el investigador Vasif Sahoglu de la Universidad de Ankara (Turquía) ha excavado por primera vez un esqueleto humano perteneciente, según creen, a una de las víctimas de la erupción volcánica de Thera, uno de los cataclismos más desastrosos de la historia y que precipitó el fin de la civilización minoica.

La explosión volcánica ocurrió hace unos 3.600 años en el hoy llamado archipiélago de Santorini, situado en el sur del mar Egeo, recoge National Geographic. Y si bien se cree que el desastre natural se cobró la vida de decenas de miles de personas, hasta ahora no se había logrado descubrir los restos de ninguna de ellas.

Los autores de la investigación, cuyos resultados fueron publicados este lunes en la revista PNAS, precisan que el hallazgo tuvo lugar en el sitio de arqueológico de Cesme-Baglararasi, cerca de la bahía de Cesme, en Turquía, un área que hasta ahora se creía que fue alcanzada por la ceniza del volcán de Thera.

Sin embargo, los científicos identificaron en el lugar los sedimentos de al menos cuatro olas de tsunami separadas, todas ellas provocadas por la devastadora erupción.

Y encontraron allí las ruinas de piedra de una fortificación de la época, en medio de depósitos de tsunamis que incluyen dos capas de ceniza volcánica —la segunda más espesa que la anterior— y otra capa rica en huesos y otros restos carbonizados.

Además, hallaron varios pozos cavados presuntamente por los habitantes de asentamientos locales para intentar rescatar a las víctimas sepultadas por los escombros.

Debajo de uno de estos pozos, aproximadamente a un metro por debajo del fondo, desenterraron los restos óseos de un hombre joven y saludable, aparentemente aplastado por el derrumbamiento de las paredes de la fortificación, así como el esqueleto de un perro.

En base a un análisis por radiocarbono de los depósitos de tsunamis, los expertos concluyen que el año 1612 a. C. es lo más temprano que pudo haber ocurrido la erupción.

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