Hackers del oleoducto más grande de EU apuntan hacia Rusia: FBI; Biden lo desmiente
Foto: Reuters
- El presidente Joe Biden
apuntó que “hasta ahora no hay pruebas” de
que “Rusia esté involucrada“, y recordó
que espera reunirse próximamente con el mandatario ruso, Vladímir Putin, sin
mencionar una fecha.
EFE / WASHINGTON.-El Buró Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) acusó este lunes al grupo de hackers Darkside de
ser responsable del ciberataque contra
la mayor red de oleoductos del
país, cuya suspensión de operaciones amenaza la provisión de combustibles en la
costa este estadounidense y podría presionar al alza de los precios.
La agencia federal indicó en un comunicado que Darkside es
“responsable de comprometer las redes del oleoducto
Colonial“, que transporta al día hasta 2.5 millones de barriles
de gasolina, diésel y combustible de
aviación desde las refinerías del Golfo de México al sur y este de Estados Unidos.
El FBI señaló
en un comunicado que continúa trabajando con la empresa y sus socios del gobierno en la
investigación del ataque de
un “ransomware”, por medio del cual el grupo de hackers bloqueó el acceso a los ordenadores y
pidió dinero para liberarlos.
La compañía, situada en Georgia, suspendió sus operaciones desde
el viernes. En un comunicado indicó que este lunes puso en marcha un plan que
permitirá el regreso progresivo y
por fases del servicio, hasta restaurarlo de forma sustancial al final de la
semana.
“Mi administración sigue de cerca el ciberataque“,
aseguró el presidente Joe Biden en la
Casa Blanca, quien añadió que están preparados para tomar medidas adicionales.
El ciberataque, que podría ser el más
grande a la infraestructura petrolera de
Estados Unidos, obligó a la administración de Biden a reunir a un grupo de
trabajo de la Casa Blanca y el Departamento de Transporte.
El mandatario que habló en un evento sobre
economía acompañado por su vicepresidenta, Kamala Harris, anticipó que
liderarán un “esfuerzo global” contra este tipo de ataques por parte de criminales transnacionales
que, afirmó, “a menudo utilizan redes globales de lavado de dinero para
llevarlos a cabo”.
El presidente estadounidense
apuntó que “hasta ahora no hay pruebas” de
que “Rusia esté involucrada“, y recordó
que espera reunirse próximamente con el mandatario ruso, Vladímir Putin, sin
mencionar una fecha.
Pero sí “hay pruebas”, agregó, de que el grupo
de piratas informáticos está en Rusia, y consideró que las autoridades de ese país
tienen “cierta responsabilidad para lidiar con esto”.
En una rueda de prensa en la Casa Blanca, una de las asesoras principales
de Joe Biden en ciberseguridad, Anne Neuberger, explicó que la variante de “ransomware” detectada en los sistemas informáticos
de Colonial era conocida por el
FBI, que llevaba analizando ese virus informático desde octubre del año pasado.
Preguntada al respecto, Neuberger rechazó
revelar si Colonial ha
pagado alguna recompensa a
los hackers para liberar los
ordenadores y remitió ese tipo de preguntas a la compañía, que hasta ahora no
ha ofrecido detalles sobre ese punto.
En anteriores ocasiones, el FBI ha
aconsejado a las empresas víctimas de “ransomware” que no
paguen recompensas a los ciberdelincuentes porque podrían alentar más
ataques.
Sin embargo, Neuberger explicó que actualmente la administración está revisando
esa posición para ver cuál es la mejor estrategia, y no detalló si han
aconsejado a Colonial que pague la recompensa que piden los hackers.
La asesora de seguridad doméstica de la Casa Blanca, Elizabeth
Sherwood-Randall, indicó que Biden recibe “periódicamente” información sobre el
incidente.
Sherwood-Randall señaló que actualmente “no
hay problemas de escasez de suministro”, aunque el Ejecutivo se está
preparando para “cualquier posible escenario”.
La plataforma de inteligencia criminal DarkTracer difundió en su cuenta de
Twitter un mensaje en el que Darkside puntualiza
que su objetivo es “ganar dinero y no crear problemas para la sociedad”, al
identificarse como un grupo apolítico y que no participan en geopolítica.
“No es necesario vincularnos con un gobierno definido y buscar otros motivos
nuestros”, agregó ese grupo.
El domingo por la noche, Biden levantó
las restricciones al transporte de combustible por
carretera con el objetivo de evitar cualquier desabastecimiento
ante el cierre del oleoducto.
Colonial transporta a lo largo de 8 mil 850
kilómetros de oleoductos el 45% del combustible que surte a la costa este, lo
que ha llevado a los expertos a evaluar los diferentes escenarios que podría
traer una interrupción prolongada de sus operaciones.
Además de un alza en los precios, los analistas no descartan la posibilidad de
un desabastecimiento para los aeropuertos más pequeños de la zona este del
país.
La bolsa de Nueva York abrió la jornada con un avance del 2.17% del sector
energético tras la paralización de operaciones de Colonial y moderó el ritmo luego del
pronunciamiento de la firma este lunes, mientras los precios de los futuros de
combustibles como la gasolina se estabilizaban a mitad de la jornada después de
que se dispararan al comienzo de la jornada a 2.21 dólares el galón, un máximo
no visto en tres años.
Patrick De Haann, jefe de análisis de petróleo de la compañía tecnológica
especializada en precios de combustibles GasBuddy, dijo a la cadena CNBC que el mercado ha respondido con “mucha
cautela”, ya que se desconoce si el oleoducto reanudará su operación mañana o
si será en tres días.
Fuente: Latinus
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