iAy nanita!, Ahued… ¡LE PEGÓ AL GORDO!
Trabajo, transparencia y carácter, tres palabras que Ricardo Ahued ha sabido conjugar para administrar, con mano firme, la presidencia municipal de Xalapa.
En el país hay 2 mil 475 alcaldes y Ahued está ubicado en el sitio 26 de los mejores evaluados por su disciplina, eficiencia y trabajo implacable.
Su gobierno no ha sido ni de cuotas, ni de cuates, sino de personas comprometidas a servir.
La obra pública que ejecuta el edil no tiene precedentes; destacan la pavimentación de calles, drenaje sanitario, infraestructura hidráulica y alumbrado, entre otras.
En cuanto a la escasez de agua hay que precisar que no es por ineptitud de CMAS ni del ayuntamiento, sino por la actitud vándala de un grupo de pobladores macucos de Quimixtlán, Puebla, que podrían ir a la cárcel por cerrar las válvulas de la presa Colibríes, que abastece de agua a esta ciudad capital.
Ricardo Ahued no es afecto a los reflectores políticos. Conoce, además, los tiempos de sumar y los tiempos de sumirse.
Su futuro político es inmenso.
Compró billete de lotería y le “pegó al gordo”.
Ayer domingo, fue entrevistado al asistir a la entrega de la constancia de mayoría como gobernadora electa, a Rocío Nalhe.
Cuestionado sobre si será el próximo secretario de Gobierno, expresó sonriente y emocionado:
“No, la que va a mandar es la que ganó la gubernatura y ya si me dice que esto, pues, ¡ay nanita!, hay que ver (…) yo soy respetuoso. Vaya que es una responsabilidad y un honor”.
No lo dude, estimado lector: Ricardo Ahued Bardahuil, está palomeado en la lista de la señora Nalhe para fungir en su gabinete como secretario de Gobierno.
CÍNICOS
Los desgastados liderzuelos de los partidos políticos, se aferran al poder.
El tal “Alito” (PRI) y el tal Marko (PAN) no quieren soltar el hueso, después del escenario ignominioso que exhibieron en la pasada contienda electoral.
No tienen llenadera y son de poco empuje.
Primero están ellos y, después, su alta responsabilidad. Cínicos y cobardes.
Actuaron con desvergüenza descarada.
Y el tal Chucho (PRD), está en la lona. Hoy mismo ese instituto político nacional será auditado por un grupo del INE para su liquidación.
Hay que precisar que después de 35 años de su creación, perdió el registro al no alcanzar el mínimo de 3 por ciento de la votación nacional.
En Veracruz, el titular del CDE del PRI, “Fofo” Ramírez Arana, debería presentar –si tiene tantita dignidad—su dimisión.
Medroso y apocado fue humillado por la avalancha electoral de los morenos.
Le quedó grande la yegua, como tararea Alicia Villarreal.
No pudo con el paquete que le concedió el tal “Alito”.
Eso no lo exime de rendir cuentas a cuadros y militantes.
Tiene que encarar su responsabilidad.
Urge renovar la dirigencia del PRI estatal, si no quiere que lo entierren vivo.
Del PRI no queda ni la sombra de la hegemonía política.
De la emoción a la frustración.
Adiós PRI desacreditado e impresentable.
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