El torquemada: ¿se va o se queda?

PLANA MAYOR

¿Se va o se queda? El imaginario colectivo tiene más dudas que certidumbre sobre la despedida del fundamentalista del púlpito presidencial.

¿Mandara al diablo las elecciones del 2 de junio si pierde fehacientemente su pupila Claudia Sheinbaum?  Acostumbrado a romper su palabra y a negar lo que dicen sus otros ‘datos’ oficiales, Obrador puede decretar la reelección presidencial para continuar ‘el segundo piso’ de su regresión si pierde su ‘corcholata’ la contienda electoral.

El qué dirán las potencias del mundo con lo que México tiene convenios internacionales en todos los rubros productivos y, sobre todo, el vecino principal del norte, que se caracteriza por sus teorías ‘neoliberales’ le vale un soberano bledo.

El talibán, opositor a todo lo que proponga la sociedad civil y los partidos de oposición por los resabios de los regímenes pasados y cáliz neoliberal-, convirtió la presidencia de la República en una singular autocracia de facto, al estilo del francés Joseph Robespierre.   

La Carta Magna se la ha pasado por el arco del triunfo cada vez que se le antoja sus singulares ocurrencias populistas y las resoluciones del árbitro electoral nacional han tenido el mismo destino sombrío.

No es extraño que el talibán haya reculado con la gira presidencial que había anunciado con bombo y platillo por el país después del 2 de junio. Ése ha sido su actuar de última hora y de improvisar para satisfacer su ego. Gobierna con sentido patrimonialista, sin rendir cuentas a nadie.   

La mejor despedida en ciernes que le dará la sociedad civil, los padres de los niños con cáncer, de las madres buscadores de sus hijos, de las madres solteras, de los despedidos de sus fuentes de trabajo, de las familias afectadas por el covid y un largo etcétera de agraviados por su presidencia imperial, será dándole la espalda en las elecciones del 2 de junio para mandarlo a ‘la chingada’, su rancho emblemático en Tabasco que es un edén del narcotráfico.

¡Vendrá el cobro de facturas de la mayoría de los sectores de la sociedad civil que excluyó por su hígado para castigar al torquemada tabasqueño! Y, de paso, a todos los gobernadores que le rindieron culto a sus decisiones despóticas y violaciones a la Carta Magna, socavando la soberanía de sus estados.

El imaginario colectivo de Veracruz le tiene reservado su encono, cólera, rabia y exacerbación popular votando el 2 de junio en contra del partido de la cuatroté que enquistó a la figura cantinflesca de Cuitláhuac García.

El juicio de la historia será implacable contra el deslenguado catequista tabasqueño y sus fieles escuderos del territorio veracruzano. ¡El tiempo se acaba! El aceitado cadalso lo espera. No hay ni habrá ‘perdón y olvido’.

Comentarios a gau41@hotmail.com         

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.