La vida es una ruleta
La Grilla en Tabasco.
A estas alturas de la pandemia, los números oficiales ya son lo de menos. Ya todos debiéramos saber que hoy, como dice la canción, la vida es una ruleta… en la que jugamos todos. Ya debiéramos estar conscientes de qué es lo que tenemos que hacer para protegernos, lo más posible.
Los datos que cada día se divulgan solo sirven como referencia. En 2012 se evaluó que la pandemia AH1N1 que surgió a unos 500 kilómetros de Villahermosa, en una comunidad de Veracruz, dejaba como saldo no menos de mil 700 muertos en México, 12 mil en Estados Unidos, y entre 115 mil y medio millón en todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud no pudo precisar ese dato.
Por coronavirus, en Estados Unidos ya suman 40 mil muertos y todavía van cuesta arriba, con más de 700 mil casos confirmados, la tercera parte del dato global. Naciones Unidas prefiere emplear la palabra diagnosticados, que es más precisa. Seguramente nunca se conocerá el alcance del Covid-19.
El gobierno chino ajustó el dato un 50 por ciento arriba, pero como es una dictadura su información es mucho menos confiable que la de otros gobiernos.
En América Latina, hasta el momento la peor afectación oficialmente la tienen, en ese orden, Brasil, Perú, Chile, Ecuador, México, República Dominicana, Panamá, Colombia, Argentina, Cuba y Costa Rica. Nosotros estamos en la etapa inicial: esto aquí empeorará más, mucho más, según los expertos.
Observemos lo que sucede en Estados Unidos con sus 320 millones de habitantes. Nosotros somos poco más de 120.
El 71 por ciento de las personas que fallecieron en el mundo son hombres. Una de las singularidades es que las mujeres parecen ser más resistentes. Se estima que las personas de la tercera edad están en mayor riesgo, sobre todo si tienen padecimientos crónicos de tipo pulmonar, renal o diabetes, aunque también están enfermando y muriendo muchos jóvenes, y en menor proporción niños.
La OMS reitera que todavía no hay vacuna, ni tratamiento ni cura. En diversas partes se está experimentando con los enfermos graves. El único medicamento recomendado es el paracetamol, para bajar la fiebre.
La agencia oficial china Xinhua dice que los muertos y casos confirmados del Covid-19 continúan en aumento en América Latina. No obstante, gobiernos como el de Brasil se manifiestan por la flexibilización de las medidas para una recuperación gradual de la economía. La tasa de letalidad en ese país es de 6.4 por ciento. Desde luego, tal como sucede en otras partes incluido México, hay quienes están muriendo sin ser diagnosticados.
El gobierno de la Ciudad de México alertó este domingo que los principales hospitales del país, comenzando por el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y el Instituto Nacional de Nutrición, están ya prácticamente saturados y es inminente que no habrá aparatos médicos suficientes para atender a todos los pacientes que los necesiten.
En Tabasco hay muchos casos. Si se toma en cuenta el número de habitantes, estamos entre los primeros lugares. Subsiste el exceso de confianza, pero también quién sabe qué tanto haya incidido para ello el tema Vail y el del “caso 31” así referido por la Secretaría de Salud, cuya titular estuvo reiterando que aquí era más preocupante el dengue, basándose en el número de fallecidos hasta hace algunas semanas. Soslayó la prospectiva epidemiológica.
Es tiempo de que nos hagamos a la idea de que este terrible problema no se terminará, ni comenzará a disminuir el 25 de junio. Si se toma en cuenta la información disponible con relación a lo que sucede en los países europeos -así lo ha puntualizado la OMS- en esta parte del mundo la estadística apenas comienza a crecer, en tanto que allá solo se aprecia una ligera tendencia hacia lo que llaman “aplanar la curva”.
España -dice el último reporte de la OMS- uno de los países más afectados antes de que se agravara la situación en Estados Unidos, registró el número más bajo de muertos en 24 horas desde hace cuatro semanas. ¡Ah! España entró en confinamiento, con centenares de muertos en un inicio y con hospitales saturados, hace más de dos meses.
Aquí preparémonos para lo peor, que todavía viene en camino, y muchos meses de medidas estrictas. Luego, la debacle económica.
Twitter: @JOchoaVidal