El PRI, 37 años después de Amlo

La Grilla en Tabasco.

Antes y después del Andrés Manuel de inicios de los ochentas, el PRI en Tabasco no ha contado con un perfil de liderazgo como el que representa hoy Dagoberto Lara Sedas, en equipo con Katia Ornelas Gil. Se entiende que a algunos cartuchos quemados no les cuadre -como dice la vieja expresión campirana- este relevo en el antiguo partido invencible.

De entrada, el empresario, ganadero y administrador que tiene amplia y sólida formación académica con grado de maestría, y para nada cola que le pisen, refrendó su compromiso de no utilizar la presidencia estatal para cómodamente apoderarse de una diputación plurinominal en 2021, que es lo que han venido haciendo los dirigentes en turno de ese y los demás partidos.

Tampoco cobrará salario y eso mismo hará Katia, diputada y madre de familia de indiscutible honorabilidad. Gozan de prestigio social y han hecho mucho trabajo político a ras de tierra. Su arribo a la dirigencia partidista trajo consigo, al interior, un torbellino de aire fresco. Se sabe que además han sido muy cuidadosos en su relación con otros políticos a los que en su momento el tricolor brindó la oportunidad de ocupar cargos públicos.

Para estos últimos el camino a seguir está claro: deben dejar trabajar e incluso ser coadyuvantes con el esfuerzo que realicen Dagoberto y Katia, de cara al trabajo de reorganización y fortalecimiento que debe venir en los siguientes doce meses, previamente al año electoral. Dicho sea también en expresión popular: este es el tiempo de engordar al pavo, al novillo, para poder comerlo después.

Por ahora, la realidad continúa siendo mala para un PRI que desde 2012, en lo concerniente a Tabasco, quedó tirado en el campo de batalla electoral, hasta llegar al colapso de 2018, pese a que contó con una buena candidata a gobernadora, como lo fue Georgina Trujillo Zentella, a la que muchos cuadros priistas traicionaron, en tanto que el grueso de los votantes prefirió brindarles la oportunidad a abanderados de Morena, confiados en la alternancia en el poder.

Así, luego de la asamblea en la cual el dirigente nacional les tomó protesta, Dagoberto y Katia inician su primera semana con el reto de conformar un Comité Directivo Estatal en el que exista representatividad de grupos y corrientes que, valga la redundancia, representan algo. Para comenzar, solo hay una o dos posiciones en firme. Ya quedó aclarado que la lista que circuló la semana pasada es apócrifa.

Resulta pertinente insistir en que es de interés general que el PRI se sanee; que se constituya y actúe como oposición seria, aguda, responsable y representativa en la democracia que por definición requiere de contrapesos para un sano ejercicio del poder. No para bloquear caminos y accesos a pozos petroleros. No para matar puerco a las puertas del Palacio de Gobierno. No para encuerarse o desangrarse.

En 2021 y 2024, los votantes darán su veredicto. El futuro no está escrito.

“Soy un hombre de convicciones, soy un hombre de lealtades y un hombre que respeta la libertad y la diferencia de opiniones; tuve la dicha de nacer en un seno en donde mis padres me enseñaron que la palabra se tiene que dar, pero más aún se tiene que cumplir”, puntualizó Lara Sedas al asumir la presidencia partidista.

Twitter: @JOchoaVidal

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