Señuelos clientelistas
Es inmoral predicar “amor y paz”, o “abrazos, no balazos”, mientras el crimen y la delincuencia se abren paso entre cotos de impunidad. Avanzan a sus anchas por caminos trazados (equívoca o deliberadamente) por quienes dilapidan la confianza que se les depositó para gobernar. También es inmoral esgrimir la lucha contra la corrupción: a) cuando se solapan corruptelas de parientes; b) cuando con recursos públicos se monta una superestructura electoral al servicio de Morena, cobijada bajo el nombre de “Siervos de la Nación”; es asimismo inmoral poner bajo el control de esta burocracia subordinada el programa de vacunación nacional; como inmoral resulta abrir el grifo del presupuesto para los costosos megaproyectos presidenciales, y dar la espalda a los agudos problemas de desempleo y pobreza.
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