En vías de extinción partida secreta del Gobierno federal: Morena; nunca más

Foto: Especial.

  • Así, el planteamiento del morenista se plasmaría, de la siguiente forma, en la fracción cuarta del ordenamiento constitucional: “No podrá haber partidas secretas en el Presupuesto de Egresos de la Federación”

LA JORNADA / CDMX.- El partido Morena en la Cámara de Diputados presentó una iniciativa de reforma al artículo 74 de la Constitución, con objeto de prohibir la inclusión de partida secreta alguna en el decreto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF).

Pablo Gómez, integrante de la bancada mayoritaria en San Lázaro adujo que si bien, a la fecha, cada año el decreto de presupuesto señala que no contiene partida secreta alguna, no ha “disminuido el enorme volumen del gasto discrecional del gobierno federal.”

Así, el planteamiento del morenista se plasmaría, de la siguiente forma, en la fracción cuarta del ordenamiento constitucional: “No podrá haber partidas secretas en el Presupuesto de Egresos de la Federación.”

Los argumentos en la exposición de motivos exponen la urgencia de “dejar atrás la posibilidad constitucional de que haya partidas secretas, así como para contribuir a que se mantenga en la memoria política del país la existencia durante muchos años de esa clase de gastos, propios de la corrupción como elemento del sistema político”.

Refirió el día 14 de enero de 1917, cuando el Congreso Constituyente aprobó, sin discusión y por unanimidad la partida secreta en la Constitución. Y dicho precepto trasladado a la fracción IV del artículo 74 el 6 de diciembre de 1977, establecía que “podrá haber otras partidas secretas, fuera de las que se consideren necesarias, con ese carácter, en el mismo presupuesto; las que emplearán los secretarios por acuerdo escrito del Presidente de la República.”

Desde Venustiano Carranza, pasando por Álvaro Obregón, posteriormente Miguel Alemán, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría hasta Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari el uso discrecional y discriminado de los recursos públicos se convirtió el modo de transferir recursos públicos a actividades, sectores o personajes ligados al presidencialismo omnímodo.

“El desprestigio de las partidas secretas siguió en aumento, por lo cual Álvaro Obregón afirmó en su informe del 1º de septiembre de 1921 ante el Congreso que la partida secreta de la Secretaría de Relaciones Exteriores no había sido tocada. La partida secreta dejó de aparecer en el Presupuesto de 1922 pero se encontraban autorizados gastos extraordinarios e imprevistos. Sin embargo, en 1927 las partidas secretas volvieron al presupuesto con el nombre de gastos eventuales y extraordinarios. “Bajo gobiernos presididos por civiles, a partir del sexenio de Miguel Alemán, existió todo un ramo de erogaciones adicionales, el cual alcanzó hacia 1952 el 6.5 por ciento del gasto total; en 1958, bajo Adolfo Ruiz Cortines, ese porcentaje se ubicó en el 12.5; para 1964, último año de gobierno de Adolfo López Mateos, tales erogaciones, ya con el número 23, eran el 16 por ciento del gasto gubernamental. Bajo Gustavo Díaz Ordaz, ese porcentaje se mantuvo y con Luis Echeverría subió hasta el 24.36 del total del gasto”

Y con José López Portillo, en 1982, las erogaciones extraordinarias, y los gastos contingentes eran ejercidos directamente por el Presidente de la República. La partida secreta llegó ese año a 56 millones de dólares.

Fuente: Vanguardia

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