Quién para el PRI después de las elecciones

Línea Caliente

¡Los apetitos de Héctor Yunes!

Ante el inusitado crecimiento del PRI de cara a un proceso electoral que cobra fuerza entre amplios sectores de la población dos tiradores asoman en el escenario político para ocupar la presidencia de ese partido después del primero de julio: Héctor Yunes Landa y Carlos Brito.

En el mejor de los escenarios tocará al eventual gobernador Pepe Yunes decidir quien llegue al CDE del PRI; en el peor, la fuerza acumulada por las bases priistas en esta etapa electoral, apuntan hacia una preferencia indiscutible en favor de Yunes Landa dado el descrédito de Brito.

Ya por lo pronto a la sordina se hace una auscultación entre las asociaciones y grupos políticos entre las que destacan “Alianza Generacional” y “Concertación Ciudadana” que apuntalan al aun senador a quien si todo le sale como espera, será diputado local y eventualmente coordinador de su bancada en el próximo Congreso del estado.

En esa perspectiva la bancada legislativa priista consolidaría su fuerza para empujar a Héctor a la dirigencia priista y después… pues después ya se verá.

El juego de poder, por tanto, se pone interesante a pesar de que hay quien opina que Héctor Yunes Landa, por estatutos, no podría ocupar de nueva cuenta la dirigencia priista. Lo mismo se dijo del hoy panista Amadeo Flores Espinosa quien finalmente llegó a la dirigencia priista por “prelación”.

Pero además si no fuera el dirigente del PRI el control total lo tendría en sus manos.

Son pues muchos los matices cuando se trata de cumplir un objetivo. Y es que en cualquiera de los escenarios electorales ¿Quién no desearía para sus haberes un partido político cuya base tiene un soporte que oscila en el millón de simpatizantes?

El del PRI es un voto duro, un voto leal que a lo largo de casi un siglo ha venido empujando repetidas estructuras de poder sólidas. Un partido que entrará en disputa interna después de la jornada electoral del primero de julio.

Y es que del lado Brito, los “chanclas”, los “Montiel”, “cabeza de lata”, la “Fidelidad” y rémoras del “Duartismo” buscarán ir por el arrebato para atajar a Héctor, sin embargo…

En los hechos, el PRI tiene un fuerte basamento hectorista al que eventualmente habrían de sumarse, después de la jornada comicial, el grupo Meade, que son los veracruzanos que están trabajando en la campaña desde Veracruz liderados por el propio Héctor.

Son los mismos aliados y compañeros de años que ha vivido con él victorias y derrotas como la última en la que perdió la elección a gobernador.

De llegar pues, a la dirigencia priista el multicitado se estaría cumpliendo con dos propósitos y compromisos.

El primero de construir su circunstancia rumbo a la próxima gubernatura 2024-2030 y en segundo lugar dar validez al compromiso asumido con Pepe Yunes de ir en el uno dos.

En los próximos días habrá de despejarse la incógnita en el entendido que quien en ninguno de los escenarios partidistas antes descritos sobrevive Américo Zúñiga, quien ante una eventual victoria de Pepe, sería el próximo secretario de Gobierno.

Todo es cuestión de días.

Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo

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