No más senadores y diputados de lujo

La Grilla en Tabasco.

En el marco de la austeridad obradorista, las cámaras legislativas, federales y locales, reducirán sus presupuestos y, con ello, percepciones de sus integrantes. Le preguntamos al senador Fernando Mayans Canabal si 90 mil pesos serán acaso suficientes para cubrir gastos que incluyen, entre otras cosas, hospedarse en la capital y sostener casa de gestoría.

“¡Más que suficiente!”, nos respondió. Y precisó: de los 128 senadores actuales, apenas unos diez mantuvieron la dichosa casa de gestoría, en cuyo caso funcionó en una vivienda rentada, en calle Zaragoza, enfrente del parque De los Pajaritos de Villahermosa. ¿Qué hacían otros con el dinero?

En cuanto a los diputados federales, a inicios de su periodo el comalcalquense Héctor Peralta Grappin nos dijo que él cobraba 250 mil pesos mensuales, de los cuales 50 mil entregaba a su esposa “para los gastos domésticos”. ¿Qué hizo con el resto del dinero? Cuando dejó la alcaldía hace tres años ya era rico. En realidad, desde que se desempeñó como director de finanzas del municipio.

Por otra parte, desde no hace mucho tiempo, a los diputados federales se les obsequió la facultad de manejar una multimillonaria partida presupuestal con la cual ellos pudieron beneficiar a la gente, o beneficiarse ellos, al asignarles algunos millones a ayuntamientos. ¿Cuántos se enriquecieron mediante ese “don”?

En lo referente a los diputados locales de Tabasco, la coordinación parlamentaria de Morena presentó, por lo pronto, una iniciativa para reducir el aparato burocrático del Poder Legislativo del Estado.

El presidente de la Junta de Coordinación Política, José Antonio de la Vega, informó que el proyecto de dictamen para reducir de 27 a 17 el número de comisiones, así como de 12 a 7 direcciones administrativas, podrá quedar aprobado este miércoles o jueves en periodo extraordinario de la Legislatura que finaliza funciones el 4 de septiembre.

También se reducirán las percepciones mensuales de los diputados locales, las que se integran con 50 mil pesos de dieta, más poco más de cien mil en diversos rubros como gestoría y publicitación de sus tareas legislativas. Algunos han aplicado bien ese dinero, pero la mayoría simplemente se lo embolsa.

A esos ciento cincuenta y tantos mil pesos hay que agregarles unos treinta mil para quienes presiden una comisión y cien mil para los coordinadores parlamentarios. Asimismo, en las últimas dos décadas nuestros diputados tienen varios asesores y ayudantes.

Durante el sexenio de Manuel Andrade Díaz, los diputados recibían todavía más: unos 186 mil pesos, los que menos. Y además, bonos trimestrales y de fin de año, y vehículo del año, pagado por nosotros, los ciudadanos, y también viáticos y boletos de avión. Esto último se redujo y hasta se eliminó, ya en los últimos cuatro trienios.

Claro está que hay rubros en los cuales incluso hace falta presupuesto, como recientemente lo explicó De la Vega, a quien Andrade y otros en vano trataron de encontrarle malos manejos presupuestales; sobre todo, el año pasado cuando buscó la nominación de su partido para la gubernatura. Se sorprendieron: nada malo se le halló.

¿En qué momento se llegó al exceso en las cámaras federales y locales?

Por lo que se refiere al Poder Legislativo de Tabasco, viene un apretón de cinturón muy fuerte. Y será un anticipo para lo ya anunciado para la administración estatal que encabezará Adán Augusto López Hernández a partir del primero de enero.

Más aún, debido a severos problemas financieros, una forzada austeridad aplica el gobierno de Arturo Núñez Jiménez.

Twitter: @JOchoaVidal

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