Las encuestas no se equivocaron

La Grilla en Tabasco.

Las encuestas no se equivocaron. “La verdadera es la del primero de julio”, pontificaban algunos. Y Andrés López Obrador triunfó y, contra lo que sus adversarios auguraban, no se derrumbó el peso ante el dólar, ni se produjo el colapso bursátil, y sí se dio ya este lunes la primera plática civilizada entre el próximo Presidente de México y Donald Trump.

Esas encuestas también anunciaron que Adán Augusto López Hernández ganaría por más de tres a uno a sus adversarios, con un margen incluso superior al que obtuvo en la elección presidencial Obrador. “Vamos por todo”, nos comentó un día en el que lo acompañamos a hacer campaña a Huimanguillo.

Otro día, en una comunidad de Jalapa, dimos fe de cómo la gente lo recibió bajo el inclemente sol de las tres de la tarde, con la misma vehemencia con la que habrían recibido a Andrés Manuel.

¿Echado Adán en la hamaca esperando el efecto Amlo? De risa. Eso decía, a través de sus amanuenses, uno de sus adversarios, ensoberbecido. No. Adán actuó como candidato a gobernador, sin perder un solo minuto y poniendo mucha atención a los demás abanderados de Morena.

Para ello conformó un eficiente y confiable equipo de trabajo, en el cual es pieza clave Jaime Lastra Bastar.

Destaca algo que refrendó el propio candidato a gobernador triunfante: en lo que constituye todo un precedente histórico en una contienda de esta naturaleza, hubo absoluto respeto de Arturo Núñez Jiménez, quien a su vez se apoyó en colaboradores como Gustavo Rosario Torres para auxiliar a las autoridades electorales y garantizar el voto libre.

Es cierto, sí, que en Jonuta, donde el cacique Tito Filigrana aparece con mil votos de ventaja y se erige como virtual triunfador, el ayuntamiento jefaturado por el propio abanderado del PRD hizo cochinadas y violentó la voluntad popular.

Llegó al extremo de comprar a votantes hasta por tres mil pesos. Se gastó una fortuna. Corresponderá al Organo Superior de Fiscalización investigar si ese dinero salió del erario, que es lo más probable.

También es cierto que en Emiliano Zapata otro cacique, Armín Marín, compró a votantes para favorecer al candidato de su franquicia verde, pero ni así pudo hacerlo ganar y consiguió levantarse con el triunfo la candidata del PRD. Ese caso tal vez irá a tribunales.

En Tenosique, el pícaro Francisco Abreu mordió el polvo. Felicitaciones a quienes recibieron despensas, dinero y otras cosillas, pero votaron libremente. Otro expediente para el OSF.

El triunfo de Adán, de Evaristo Hernández Cruz, de Saúl Plancarte Torres, de Roberto Villalpando, de José del Carmen Torruco y de los demás abanderados que casi dan el carro completo para Morena, finalmente es producto de la voluntad mayoritaria de casi un millón de votantes.

No hubo fraude electoral. De ello dio fe el ejército ciudadano que actuó ya sea como funcionario de casilla, representantes de partido u observador electoral. Las casillas abrieron tarde, porque legítimamente se tomó la decisión de firmar las boletas, con el propósito de que no existiera la menor duda en cuanto a la limpieza del proceso.

Merecen absoluto reconocimiento los funcionarios electorales; desde los consejeros de los órganos, hasta los capacitadores, choferes, ayudantes, secretarias, etcétera. Lo merecen, asimismo, los elementos de seguridad pública quienes cuidaron a los ciudadanos en una jornada que transcurrió de manera pacífica y con apego a derecho.

Hemos vivido horas que se anticipaban tensas y que se han significado como una gran demostración de madurez ciudadana. La expectativa es muy alta.

Twitter: @JOchoaVidal

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