ISSET, afectado por la mafia farmacéutica

La Grilla en Tabasco.

Desde hace demasiado tiempo, existen en nuestro país mafias que controlan a los diversos sectores de la vida nacional y se coluden con funcionarios públicos para robar.

Para el tema que hoy nos ocupa, son empresarios del ramo farmacéutico los vampiros que desangran a los consumidores de medicamentos y, desde luego, se alimentan principalmente de las compras que deben hacer instituciones nacionales como el IMSS, ISSSTE y Secretaría de Salud, y no podían dejar de clavarles el diente a los institutos estatales como es el caso de nuestro ISSET.

El Presidente Andrés López Obrador denunció que su gobierno está recibiendo fuertes presiones de parte de quienes se dedican a esa actividad y advierte que no lo doblegarán. Reveló que durante el sexenio anterior tan solo la administración federal pagó por ese concepto 90 mil millones de pesos. Las diez más poderosas empresas se beneficiaron con el 80 por ciento de las compras.

Una sola le cobró al gobierno federal dos mil millones de dólares, por lo que comparó tal situación con el entramado de corrupción del robo de gasolina.

En ambos temas estuvieron involucrados funcionarios públicos, que en este asunto autorizaron las adquisiciones a precios altísimos a cambio de sobornos, del mismo modo en que ha sucedido con los contratos de obra pública, y otros bienes y servicios.

Como consumidores particulares hemos visto cómo de la noche a la mañana las cadenas de farmacias reetiquetan hasta en 50 por ciento; y las abismales diferencias de precios existentes en esos mismos negocios entre productos de patente y genéricos.

Hace poco tiempo entró al mercado tabasqueño una empresa de Guadalajara que vende casi todo mucho más barato que la de Chiapas, y hasta que quien se metió fuerte al mercado empleando la palabra similares.

Al cliente que no compara precios o no tiene la movilidad necesaria para ir de uno a otro negocio, le ven la cara con cualquier producto, como por ejemplo con el anticonvulsivo Levetiracetam, que con el nombre comercial Keppra cuesta por caja de 60 tabletas unos dos mil 400 pesos, en tanto que en su presentación genérica se consigue en 375 pesos.

Ahora imagínese el lector de qué tamaño es el negocio farmacéutico cuando se trata de compras en alto volumen y qué tanto se han robado así los funcionarios públicos.

Por lo que respecta a ISSET, por ejemplo, hubo un tiempo, durante el nefasto régimen de Arturo Núñez Jiménez, en que las compras centralizadas por el ex secretario de Finanzas, Amet Ramos, derivaron en que se diera a los pacientes de esa institución precisamente Keppra y no el medicamento genérico, que es exactamente lo mismo aunque la propaganda diga lo contrario y los consumidores se traguen el cuento.

Con un ISSET ya desde hace muchos sexenios quebrado, se llegó al punto en que hizo falta dinero para comprar ese producto que es para epilepsia, así como otros que son para el cáncer, hipertensión, diabetes, SIDA, etcétera.

El director de Prestaciones Médicas de esa institución, Humberto Azuara, habló en la radio acerca de cómo el desabasto nacional de medicamentos, en ese forcejeo que se traen las empresas farmacéuticas en su intención de ablandar al gobierno de López Obrador, ha afectado a todo el sistema de salud, incluido el ISSET.

Informó que por instrucciones del gobernador Adán Augusto López Hernández, el director del Instituto de Seguridad Social del Estado de Tabasco, Fernando Mayans Canabal, gestionó ante la Secretaría de Hacienda y obtuvo acceso a las compras consolidadas del gobierno federal, a precios adecuados.

Ello hizo posible que entre jueves y viernes iniciara el abastecimiento de medicamentos faltantes en el cuadro básico, primero para pacientes internados en el hospital del instituto y se contempla que en la semana que inicia suceda lo mismo en la farmacia del mismo, así como en las 23 Unidades de Medicina Familiar ubicadas en los diecisiete municipios.

El asunto, como lo señaló el ahora ex director del IMSS, Germán Martínez, está complicado y tiene implicaciones serias. Esperemos que en junio la situación se normalice por completo, en la totalidad del sector salud. Hay muchas vidas en juego.

Twitter: @JOchoaVidal

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