Almuerza papa Francisco con 1,500 pobres y sin hogar en El Vaticano

 

El papa Francisco celebró un almuerzo con 1,500 personas pobres. | Foto: AFP.

• El pontífice recibió en la Santa Sede a las personas que viven en pobreza con lasaña, pollo, postre, café y frutas, en conmemoración de la católica Jornada Mundial de los Pobres

AFP / CD. DE EL VATICANO.- El papa Francisco recibió este domingo para un almuerzo en el Vaticano a unas 1,500 personas pobres y sin hogar, y criticó la indiferencia de la sociedad ante los más desfavorecidos, en el día en que la Iglesia católica celebra la Jornada Mundial de los Pobres.

“Mis pensamientos van hacia aquellos (…) que promueven iniciativas de solidaridad para dar esperanzas concretas a los más desfavorecidos”, dijo previamente, en la plaza San Pedro, antes del almuerzo.

“He visto recientemente estadísticas sobre la pobreza. Ello nos hace sufrir, por la indiferencia de la sociedad frente a los pobres”, dijo el papa argentino.

El pontífice  acogió luego a sus 1,500 invitados en la amplia sala Pablo VI, en el Vaticano, repartidos en 150 mesas.

Esta iniciativa se realizó en diferentes parroquias de Italia y del mundo. Los 1,500 pobres provienen de Roma, de las diócesis del Lacio y de otras diócesis de Italia, quienes fueron atendidos por 50 voluntarios.

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El menú consistió en lasaña, pollo con champiñones y patatas, además de postre, fruta y café.

“Gracias al papa y gracias al Vaticano, por ayudar a tantas personas pobres (…)”, afirmó Oscar, uno de los invitados, un lituano que lleva viviendo 13 años en Italia.

Durante la misa, Francisco destacó que la pobreza es una forma de vivir el Evangelio, por lo que hay que auxiliarlos para salir de nuestro propio yo.

“Los pobres son preciosos a los ojos de Dios porque no hablan la lengua del yo; no se sostienen solos, con las propias fuerzas, necesitan alguien que los lleve de la mano. Nos recuerdan que el Evangelio se vive así, como mendigos que tienden hacia Dios. La presencia de los pobres nos lleva al clima del Evangelio, donde son bienaventurados los pobres en el espíritu.

“¡Qué hermoso sería si los pobres ocuparan en nuestro corazón el lugar que tienen en el corazón de Dios! Estando con los pobres, sirviendo a los pobres, aprendemos los gustos de Jesús, comprendemos qué es lo que permanece y qué es lo que pasa”, comentó.