Nada nuevo bajo el sol

La Grilla en Tabasco.

La realización de la contienda interna del PRI se dio como se esperaba y no ha sucedido de manera diferente a lo que el PRD hizo antes de MORENA en sus propias elecciones, o como sucede en el PAN en la lucha doméstica. Pero, ¿qué es lo que realmente nos debiera interesar a todos, militantes o no del tricolor y demás institutos políticos?

Claramente, urge el fortalecimiento del sistema de partidos y el saneamiento de cada uno de ellos, para que este país, incluido Tabasco, avance hacia el desarrollo bajo esquemas de equilibrios y contrapesos en todos los sentidos, en todos los campos. Solo así se evitará el riesgo de retroceso en lo que hemos logrado como sociedad y que permitió que el año pasado los votantes hicieran valer su voluntad.

En última instancia, cuando de nuevo regresemos a las urnas en 2021, los ciudadanos decidiremos quizá no tanto con base en siglas partidistas, sino motivados por experiencias de gobierno en el país, en los estados, en municipios y por el desempeño de los actuales legisladores, pero también por lo que en lo personal represente cada candidato.

De eso se trata de la democracia. En lo personal no queremos calificar o descalificar la elección interna de dirigencia priista, después de haber visto cómo se comportan otras fuerzas políticas y con qué facilidad los pícaros de ayer actúan como los salvadores de hoy y mañana.

Nos concretamos a observar que este domingo nada nuevo hubo bajo el sol y que se apreció la escasa participación que caracteriza a este tipo de contiendas cuando decide hacerla cualquier partido.

Quienes hoy se encuentran en el poder o en cargos de representación popular, tienen que recordar que nada es para siempre y que incluso si se hace el mejor esfuerzo por cumplir, ahí afuera está una sociedad sistemáticamente crítica e insatisfecha, porque además hay problemas que nos han rebasado y que empeoran tan solo por el exponencial crecimiento poblacional.

Los alcaldes tienen muy claro que no hay dinero que alcance. Las administraciones estatales se quejan igualmente de que no hay suficiente presupuesto. Los diputados dicen que con la austeridad republicana sus recortadas percepciones no alcanzan para atender las solicitudes de ayuda, ni hay modo de atender las quejas mediante gestoría.

La población, mientras tanto, espera resultados rápidos en virtud de que eso fue lo que escuchó durante las campañas. Persisten problemas de caracter estructural. Como nunca tiene que haber mucho oficio político y comunicación para explicarle a la gente qué se puede hacer, a qué plazo o por qué no, y convencer y recuperar la confianza sin perder el piso.

Todo ello se dice fácil, mas en la práctica el asunto es diferente. El solicitante se niega a aceptar que prometer no empobrece.

No anda extraviado Pedro Gutiérrez, presidente del PRI, cuando anticipa que su partido se beneficiará de lo que no logren las autoridades de MORENA. Eso mismo ya sucedió a la inversa: el instituto político de Andrés López Obrador -antes, el PRD- capitalizó la percepción de incumplimiento, corrupción y demagogia.

Quedó para la historia lo que sucedió en Tabasco en 2003, cuando el experto en “ingeniería electoral”, Manuel Andrade Díaz, muy confiado en su aparato clientelar y en el manejo que tuvo en la selección de candidatos priistas, grabó a media mañana de aquel domingo el mensaje que fue televisado y radiotransmitido a las ocho de la noche: “El que ganó ganó, el que perdió perdió”.

Seguramente a esa misma hora ya tenía reportes que indicaban que el PRD de López Obrador había ganado 11 ayuntamientos y mayoría en el Congreso del Estado. No obstante, habrá sido de tal tamaño su sorpresa que se le olvidó ordenar que se cancelara la transmisión del festivo mensaje. O tal vez pensó que todavía tenía margen de maniobra para revertir resultados.

Muchos de sus operadores de esa época cambiaron de camiseta años más tarde. En aquella época, Andrade tuvo la capacidad de domesticar a la mayoría de los oposicionistas; entre ellos, Tomás Brito Lara, sátrapa de Cárdenas de 2004 a 2006, traidor al obradorismo y actual presidente del Congreso del Estado.

Así no debiera ser la política.

Twitter: @JochoaVid

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