El talibán de Palacio Nacional y creador del ente de la cuatroté ha sido puesto en su lugar por las madres de los desaparecidos de Guanajuato. Acostumbrado a calumniar, a difamar y lanzar lodo a diestra y siniestra en su espacio autoritario de las «mañaneras», a la que alaban sus apologistas, las madres reprocharon al calumniador de enlodar el nombre de sus hijos. Está no es la primera vez que es desmentido el filósofo Obrador, también lo han hecho los padres de los niños con cáncer, los trabajadores del Poder Judicial y Ejecutivo, académicos, líderes estudiantiles, escritores, artistas, intelectuales, periodistas y un largo etcétera en el país. Las madres de Guanajuato, avaladas por la fiscalía general, el alcalde de Celaya y el gobierno estatal, desnudaron la mitomanía del torquemada del desgobierno de la cuatroté. En cinco años de Obrador-el país navega en el vértice de crímenes de conciencia por los ríos de sangre que corren desde Tijuana hasta Campeche-, deja el sello de la impunidad, complicidad y corrupción con el crimen organizado. Oiga usted’, diría el extinto y popular conductor de la TV, Paco Malgesto, que el Peje haya sido el primero en condolerse por la muerte de la madre de ‘El Chapo’ Guzmán, no tiene (…) perdón del imaginario colectivo. ¿Por qué no se conduele y se pronuncia contra las masacres -barbaries de los capos del crimen organizado-y secuestro masivo de ciudadanos de la sociedad civil? ¿Por qué permanece como momia ante la desaparición forzada de hombres y mujeres?