Seguimos a la espera

La Grilla en Tabasco.

¿Qué se puede esperar en este 2020 en materia de función pública y reactivación económica?

Los indicadores correspondientes al año que se fue son ampliamente conocidos. En los meses previos a que finalizara 2018, la administración del peor gobernador que ha tenido Tabasco nos condujo al abismo y, para colmo, se agolparon rezagos y quebrantos al punto de comprometer el presupuesto público de 2019.

Se nos había dicho que el año pasado -nos referimos, claro está, al ámbito local- arrancaría con mucha obra pública y derrama de circulante, que traería recuperación, oportunidades y bienestar para todos, con la ventaja de tener un Presidente de la República tabasqueño. Así transcurrieron tres, seis, nueve, doce meses.

Y si bien ahora sí pudieron cobrar oportunamente burócratas y jubilados, y desde hace muchos meses iniciaron los trabajos de la refinería, el panorama general continúa siendo complicado y de incertidumbre para quienes habitamos, trabajamos o buscan empleo en esta entidad federativa, al menos en lo referente a los primeros tres o cuatro meses.

Algunos alcaldes -tema aparte, Centro- han hecho el mejor esfuerzo, apoyándose en recursos federales, porque en el rubro de ingresos propios solo hay triste expectativa de muy pobre recaudación de impuesto predial y pago de derechos, en virtud de que mucha gente simplemente no tiene manera de pagar. Allí radica en gran medida la explicación del porqué bastante más de la mitad de los deudores de CFE no se ha adherido al programa Adiós a tu Deuda.

En realidad, en prácticamente todo el país se resiente la crisis, con la particularidad de que, según los indicadores económicos, Tabasco está en la peor situación. Por eso debe ser que en fin de año los bancos llegaron al extremo de ofrecer a deudores saldar sus cuentas vencidas ¡hasta con el 90 por ciento de descuento! De lo perdido, a rescatar lo que se pueda.

Pese a todo, incluso con el crecimiento cero que señala el último reporte del INEGI que todavía elabora el balance anual de 2019 que será presentado en marzo, y hasta con la previsión de que en el primer trimestre de 2020 la economía nacional y local eventualmente se contraerá más, los expertos conservan la expectativa de que nos irá un poco mejor que en el año pasado.

¿Qué tanto? Más vale no hacer cuentas alegres. Con los pies en la tierra, quienes ejercen una responsabilidad en la función pública, así como la iniciativa privada y los individuos en general, tenemos que trabajar más duro que nunca y apretarnos todavía más el cinturón. De momento no existen elementos para afirmar que se dará pronto una reactivación económica efectiva, real, tangible.

En otros aspectos de la vida pública como son la lucha contra la corrupción y el anhelado abatimiento de la inseguridad, tampoco se puede hablar de avances de alta significación.

La administración estatal prometió mejores tiempos. Ojalá el gobernador pueda mostrarnos dentro de unos meses logros importantes. Los ayuntamientos tendrán un poco más de recursos, en la medida en que fluyan las participaciones federales y mejore la recaudación propia.

Esperamos la prometida derrama de dinero por la actividad petrolera y las obras de Dos Bocas. La anhelamos.

También estamos a la espera de que se actúe ya, por la vía judicial, en contra de Arturo Núñez Jiménez y su pandilla. Tabasco no puede ni debe olvidar.

Twitter: @JOchoaVidal

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