Alí, Llergo, Graham y la sucesión en Centro

La Grilla en Tabasco.

En 2012, concentrados en el edificio del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, los aspirantes de ese partido para la gubernatura estaban enterados de que el candidato a gobernador sería Luis Felipe Graham, en tanto que Jesús Alí de la Torre iría para senador. ¿Qué sucedió que hizo cambiar de opinión al favorito de Andrés Granier por el cual éste traicionó a “su hermano” Humberto Mayans?

¿Será acaso que el médico se enteró a tiempo de la otra traición que fraguaba el químico a favor de su compadre que un poco más tarde, a su vez, del mismo modo lo traicionaría, Arturo Núñez?

Graham fue por la presidencia de Centro y la ola obradorista llevó al Palacio Municipal a Humberto de los Santos.

Alí compitió por la gubernatura, con el aparato oficial y el financiamiento público volcados en apoyo a Núñez, quien se convirtió en gobernador no solo por el “efecto Amlo” sino también por la mapachería oficial y, ciertamente, porque algunos pensamos que era un hombre preparado, que no decepcionaría a los ciudadanos.

En 2018, Jesús Alí participó como candidato independiente, después de dejar tirado en el camino a Oscar Cantón, a quien el Instituto Nacional Electoral le comprobó que hizo fraude en el levantamiento de firmas. Se conoce el desenlace general: prevaleció el “seis de seis”.

Alí se pronunció abiertamente, desde un inicio, por la candidatura de Andrés López Obrador. Hizo proselitismo por el actual Presidente de la República. Adán López Hernández lo designó como coordinador General de Enlace Federal y Vinculación Institucional. Con esa calidad acompañó al gobernador a la 57a. sesión de la Conferencia Nacional de Gobernadores, realizada en La Paz el pasado fin de semana.

En días previos platicó con el dirigente estatal de Morena, César Burelo. Hace una semana comentamos en este espacio que el además ex diputado federal y local, así como ex alcalde, se encuentra posicionado para la contienda interna de ese instituto político junto con Mario Llergo Latournerie, antiguo colaborador suyo y ahora secretario del Bienestar.

A otras figuras de Morena se les ve encaminados hacia otras posiciones. José Antonio de la Vega Asmitia podría ser de nuevo diputado local con miras a ser el siguiente presidente de la Junta de Coordinador Política, cargo que ya ocupó antes. También es una de las cartas con que cuenta el gobernador para la Secretaría de Gobierno, si no es que se le promueve para una diputación federal.

Hay otros aspirantes dentro de Morena para la presidencia de Centro, en donde Evaristo Hernández presenta un fuerte desgaste. La quieren también Manuel Rodríguez y Candelario Pérez. A ninguno de estos dos se les ve competitivos. El segundo, por ejemplo, compartía su potencial con Juan Manuel Fócil.

En cuanto al PRI, Luis Felipe es prácticamente la única carta que tiene el tricolor, aunque más allá del hecho de que hay quienes le aprecian y respetan, no tiene partido, por así decirlo, que lo respalde: en las recientes semanas se ha visto cómo el Comité Directivo Estatal encabezado por Dagoberto Lara y Katia Ornelas no logra levantar cabeza y en cambio se profundizan los agravios y desacuerdos internos.

De antemano, Manuel Andrade y su grupo político pintaron su raya, sin que se observe la posibilidad de reposicionamiento del tricolor ante la sociedad apartidista. Este domingo le hizo mucho ruido a Dagoberto, al seno del PRI, su alineación con Morena y con el PRD de Darwin González Ballina en el tema de la CFE. Este último es, en última instancia, uno de los viejos aliados de Andrés Manuel y es probable que lo veamos en una próxima candidatura por Morena.

Twitter: @JOchoaVidal

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