-Cuitláhuac: nepotismo, corrupción y tolerancia

PLANA MAYOR


Acabó la pesadilla sombría de seis años de nepotismo, corrupción, ardides, entramados, sociedad con el crimen organizado, moralinos-”acabaré con la violencia” y los negocios encubiertos-y simuladores que dejaron como lastre al aparato estatal.
Cuitláhuac García Jiménez asumió el poder un día como hoy-en el invierno de 2018-24-, como lo estará haciendo la señora Norma Rocío Nahle García, figura clave de la cuatroté como recolectora de fondos en 20128 del oligarca de Macuspana, con un decálogo de acabar o, por lo menos, reducir las lacras o pecados sociales que asolan a la sociedad civil.
Prometió, como todos los actores de los partidos políticos sin excepción, llevar a Veracruz a los mejores índices de crecimiento económico, abatir la pobreza, la desigualdad social, la inseguridad pública, los secuestros, cobros de piso, los feminicidios, la deuda pública y cubrir hasta el último centavo el rezago de pagos a los proveedores y medios de comunicación.
Idealista hasta ese entonces, Cuitláhuac intentó aplicar medidas anticrisis explosivas al estilo Franklin D. Roosevelt -le tocó batallar la peor crisis que se concatenó por el mundo en 1929-, para detonar la economía y generar confianza de los barones del dinero.
El gobierno del Estado estaba en ‘bancarrota’ y lo continúa estando por desgracia. Cuitláhuac, el moralista, que heredó un estado erosionado en las finanzas públicas, inseguridad y corrupción de sus antecesores, el panista Miguel Ángel Yunes Linares y el expriista Javier Duarte, quienes construyeron una ‘bomba’ letal para desestabilizar a la entidad, en el curso de su gobierno, asumió una metamorfosis ‘kafkiana’ que sorprendió a sus partidarios y opositores.
Pero todo se quedó en discursiva demagógica. En seis años, Cuitláhuac y José Luis Lima Franco, ahora extitular de la Sefiplan, la reducción de la deuda pública fue una burda entelequia. Los intereses bancarios encallaron los grandes proyectos transversales.
El gobernador morenista saliente dejó en el florero agravios por cobrar al imaginario colectivo. Fue un vil bucanero, demagogo y populista-peor que los gobiernos del PAN y del PRI-con los colectivos de madres buscadoras, con los proveedores, con los desvalidos, con los oprimidos y otros sectores del aparato burocrático estatal.
En este epílogo, el entonces idealista y catedrático con licencia de la UV actuó con el síndrome de hybris- “trastorno de la conducta que se caracteriza por un ego desmedido y una sensación de omnipotencia”, según define el portal Scielo de Chile-, al abrazar el nepotismo, corrupción, sociedad con el crimen organizado y persecución aviesa con opositores, críticos y prensa independiente.
La cuatroté, Morena y Claudia Sheinbaum-‘los que no son como los gobernantes del PRI, del PAN o PRD’- retrata a los viejos políticos populistas de los años 70 y 80 que premia a los gobernantes salientes más corruptos del siglo XXI con embajadas o cargos estelares en el gabinete presidencial.
Se quedan cortos con Morena los pasajes de la película ‘Los hombres del rey’, del director Steven Zaillian, producida en 2006, y del actor principal Sean Penn. Cuitláhuac será premiado en un cargo ‘estratégico’ con la señora presidenta, en lugar de ser investigado. ¡Qué moralinos!

¿Tambores de guerra?

Doña Rocío Nahle García, una vez que tome protesta como gobernadora de Veracruz y tome protesta a su equipo de colaboradores, realizará su primera reunión formal por la noche en Palacio de Gobierno para marcar las directrices a seguir por los seis años de su gobierno.
¿Habrá tambores de guerra? No será tolerado el crimen organizado, los feminicidios, la corrupción, el tráfico de influencias, compadrazgos y amiguismos. El imaginario colectivo pide restaurar el tejido social.
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