Con los pies en la tierra

La Grilla en Tabasco.

Cuando acudimos a las urnas el año pasado, sabíamos o debimos saber que quienes resultaran elegidos para los diversos cargos en juego, no traían soluciones mágicas.

Nadie podría exterminar la corrupción de la noche a la mañana. No existe fórmula eficaz, contundente, para abatir ya la inseguridad a niveles en que estuvo hace décadas. Tampoco hay manera de reactivar la economía espectacularmente. Conlleva un proceso.

Hubo autoengaño, quizá. Se supone que hasta por simple sentido común entendamos la complejidad de las cosas, a partir de las situaciones y problemas que en lo personal y familiar tenemos que resolver a diario.

Este martes, en su prospectiva económica para 2019, el Fondo Monetario Internacional confirmó lo que ya habían dicho otros analistas, e incluso corresponde a la más reciente previsión del Banco de México para el peor de los casos: que el Producto Interno Bruto llegará a 0.9 por ciento, aunque para 2020 la institución calcula que alcancemos dos puntos porcentuales.

En vez de espantarnos por ello, hay que redoblar esfuerzos.

El auge o declive económico no depende solo de las decisiones gubernamentales, sino esencialmente de lo que haga o deje de hacer el sector privado, en un mundo -no solo en México sino también en países de alto desarrollo- en el que continúa creciendo la brecha entre pobres y ricos, y cada día es mayor la pobreza extrema y falta de oportunidades, tan solo por el factor del crecimiento poblacional.

El aumento inusitado de población exacerba la insuficiencia y deficiencia educativa, así como de servicios de salud y urbanización.

A ello se agrega la descomposición social producto de la pérdida de valores, el consumo de estupefacientes y la sensación de impunidad, entre otros fenómenos que conforman una complejidad, un reto ante el cual la política no tiene más que diagnósticos pero difícilmente respuestas efectivas.

Entonces, cuando acudimos a las urnas bien que sabíamos o debimos saber que entre los candidatos escogimos a quienes a nuestro juicio ofrecieron mayores garantías de cumplimiento de compromisos, bajo el entendido de prometer no empobrece y por eso cualquiera de lengua se come un plato a la hora de bajarnos la luna y las estrellas.

No se requiere poseer mucha inteligencia y estudios superiores, para percatarse de que quienes nos gobiernan harán una de dos cosas: lo humanamente posible por cumplir y dejar satisfechos a quienes podrán volver a ser o no sus electores en la siguiente ronda, o nada más simular y echarse a la hamaca, como decimos en Tabasco.

En todo caso, nada es para siempre. Y el mismo razonamiento aplica para quienes nos representan en las cámaras legislativas, los que en la inmensa mayoría de las veces no están preparados ni tienen la menor intención de asesorarse al menos, para hacer buen papel.

En última instancia, se necesita el esfuerzo conjunto, con dedicación, con disciplina. Ningún avance se tiene en el tema de la corrupción y suficiencia de los recursos públicos, si en lo personal evadimos impuestos, pagamos sobornos al agente de vialidad porque nos atrapó pasándonos el alto, o estafamos al cliente o al patrón haciéndonos tontos en el cumplimiento de nuestra encomienda.

Hay que mirar por encima de la arboleda: nada es fácil en el mundo actual, tan competido, tan descompuesto.

En lo que respecta al reporte del FMI, resaltan datos como los referentes a que Reino Unido crecerá solo 1.3 por ciento y el poderoso Rusia apenas 1.2, en tanto que Estados Unidos arriba de 3 puntos, pero el gigante China 6 por ciento, en una prolongada desaceleración económica, porque los chinos llegaron a crecer más de 10 puntos anuales.

¿México está muy mal en lo económico? No. Aunque tampoco bien. Hay mucho por hacer. Ante el informe del FMI, la Bolsa Mexicana de Valores y el peso cayeron muy ligeramente. Pese a decisiones controversiales del gobierno de Andrés López Obrador, como lo del aeropuerto, ahí la llevamos.

En cuanto a Tabasco, están comprometidas inversiones públicas y privadas que nos sacarán del barranco, aunque de momento muchos -particulares, empresas y también instituciones- continuaremos en niveles de insuficiencia y cartera vencida.

Twitter: @JOchoaVidal

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