¿Cómo trascenderá Núñez?

La Grilla en Tabasco

Arturo Núñez Jiménez asistió a la celebración del natalicio de Benito Juárez organizada por los grupos evangélicos del Comité Cívico Cultural, en esta ocasión con el tema del rescate de valores. “En esa tarea coincidimos ustedes y nosotros, quienes estamos temporalmente a cargo del gobierno”, observó.

Al referirse el gobernador a la temporalidad, expresó que está plenamente consciente de que se encuentra en la recta final, con todo y lo que ello implica.

Más allá de la remembranza histórica de Núñez y de la ponderación que hace de la urgencia de intensificar esfuerzos para el rescate de los valores de la familia como núcleo básico de la sociedad, esa sola expresión nos hizo recordar algo que señaló Leandro Rovirosa Wade en una entrevista con el periodista José Frías Cerino a inicios de los noventas:

Indicó que más importante que formarse bien para gobernar mejor, era prepararse “para ser un buen ex gobernador”.

Guardo un especial afecto por Rovirosa, a quien traté a inicios de mi carrera como periodista, hace ya cuatro décadas. En su momento no supe valorarlo, pero en retrospectiva lo veo como hombre de palabra, sencillo, amable, lo suficientemente maduro para confiar el manejo de la política interna a Salvador Neme Castillo.

Como periodista lo traté incluso con cierta rudeza, lo que no impidió que cuando ya iba de salida, en diciembre de 1982, me buscara en Ciudad de México a través de su vocero, Alberto Pérez Mendoza, para invitarme a desayunar aquí, en la Quinta Grijalva.

Me dedicó casi tres horas. Quiso saber cómo me iba como reportero de Excélsior. Aquel joven recibió palabras de aliento de un hombre de gran trayectoria en el servicio público.

A finales del año previo conocí a Arturo Núñez en su oficina de la Secretaría de Hacienda. Nuestro amigo mutuo, David Gustavo Gutiérrez Ruiz, me pidió visitarlo. Los dos éramos considerados parte del proyecto del en ese momento director general de Fertilizantes Mexicanos y ya primer gobernador de Quintana Roo, quien buscaba gobernar a su natal Tabasco.

Y sí. Rovirosa supo ser un buen ex gobernador: sin rencores, retirado de la política, respetuoso de la gestión de Enrique González Pedrero aunque no era éste sino Manuel Gurría Ordóñez su proyecto para la sucesión gubernamental.

También David Gustavo, por cierto, fue respetuoso, igualmente alejado de la actividad pública, metido de lleno en la atención a sus negocios, hasta que a inicios de los noventas pasó la estafeta a sus hijos.

Ahora Núñez se ha comprometido públicamente a respetar la voluntad popular que se exprese en las urnas el primero de julio. Sus detractores repitieron hasta el cansancio que impediría a toda costa que Jesús Alí de la Torre fuese candidato independiente y que su “gallo” era Oscar Cantón Zetina.

Ambos solicitaron registro este miércoles. El segundo se anotó como abanderado por el Partido Verde, confiado en que el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana le aprobará su candidatura, a pesar de que según el dictamen del Instituto Nacional Electoral corrompió el proceso de recolección de apoyos ciudadanos y está acusado ante FEPADE.

El abanderado de MORENA, Adán Augusto López Hernández, ya dijo que confía en que el gobernador cumplirá su palabra. En el proceso interno del PRD, contra lo que algunos juraban, Núñez no se entercó en imponer a alguien. El que quedó como candidato amarillo tiene en sus propias manos su destino: triunfo o fracaso.

Por lo que se aprecia, Arturo se prepara para ser buen ex gobernador. Su desempeño será juzgado por los ciudadanos.

Twitter: @JOchoaVidal

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