Un verdadero estadista
Desde a Janela
El reciente fallecimiento de Mijaíl Gorbachov inevitablemente nos lleva a reflexionar sobre la faceta más sublime que tiene la política, la cual es la genuina búsqueda del bien común y es que, en verdad, muy pocas personas a lo largo de la historia de la humanidad han buscado desde muy altas posiciones de poder el bien no solo de sus gobernados, sino que, del mundo entero y Gorbachov fue una de ellas.
Por ello, tratar sobre Gorbachov es tratar sobre un verdadero estadista que antepuso el bienestar de la humanidad sobre sus aspiraciones de detentar el poder, que vaya que tuvo mucho y lo supo ejercer a plenitud; tan es así que cuando se le cuestionaba que por qué no hacía caso a sus colaboradores, contestaba que escuchaba muchas opiniones, pero el único que consideraba todas las variables era el presidente y también éste era el que tenía que tomar la decisión.
Gorbachov solamente gobernó siete años, el lapso que medió entre su ascenso al poder y la disolución de la Unión Soviética, los cuales fueron muy intensos en todo el mundo y la muestra de ello es que el mundo era uno a mediados de la década de los 80s del siglo pasado y otro muy distinto en 1991.
Los hechos hablan por sí mismos, en esos años terminó la guerra fría, se reunificó Alemania, se democratizaron casi todos los países de Europa Central y Oriental, las Repúblicas Soviéticas obtuvieron su independencia y Rusia se abrió al mundo y a la democracia.
Una interesante reflexión que surge de todos estos hechos consiste en que quienes vivimos esos históricos años, de entrada nos dejamos llevar por la “victoria” occidental encabezada por grandes políticos como Reagan, Thatcher, Kohl, entre otros, quienes sin duda fueron grandes políticos; mas hubo un hombre que estuvo un paso delante de todos ellos y ese fue Mijaíl Gorbachov, quien fue el único que hizo posible todos esos sucesos, pero a esa conclusión solo se pudo llegar a través del paso del tiempo, el cual es quien fija los hechos en su justa dimensión.
Sin Gorbachov la guerra fría bien pudo durar un par de generaciones más o incluso más tiempo y con ella, el telón de acero y la zozobra de una tercera guerra mundial.
Muchos piensan, principalmente en occidente, que Gorbachov solamente se dejó llevar por los acontecimientos y que la URSS explotó internamente porque ya no podía sostener la competencia con Estados Unidos, lo cual es cierto, pero se pasa por alto que para un dictador de un Estado totalitario no hay imposibles cuando decide perseverar en su terquedad e incluso llegan a ser capaces de sacrificar a su propio pueblo con tal de seguir aferrados al poder y al protagonismo internacional que tienen, cosa que Corea del Norte y Cuba representan fielmente.
Y si esas naciones tan insignificantes se encuentran en tal situación, con mucha mayor la razón la URSS se pudo haber mantenido contra viento y marea hundiendo en la miseria a sus habitantes; sin embargo, las cosas fueron diferentes porque en ese momento tuvieron un estadista que sacrificó al régimen con tal de obtener libertad y prosperidad para su pueblo.
La figura de Gorbachov es trascendental para la política por las ideas tan desarrolladas que tenía en esa ciencia y por la congruencia con la que las convirtió en hechos; él pensaba que la política era una suma de ideologías por muy diversas que estas fueran y que para lograr el beneficio pleno de la sociedad había que nutrirse de todas, llegó a decir que los liberales eran “alumnos más aventajados” en esa materia pero que por sí mismos tampoco podían obtener los máximos beneficios para sus sociedades y que, incluso las naciones más prósperas, como las del norte de Europa o el gobierno democratacristiano alemán, tenían cierto grado de socialismo en sus políticas.
También creía que las personas debían de ser propietarias de cosas, puesto que ello les anima para buscar una mayor prosperidad y que para que esa prosperidad sea mayor debe de desarrollarse en un ambiente de libertad y democracia; con esas ideas fue que concibió tanto el glasnost como la perestroika, los dos programas que permitieron que Rusia saliera del comunismo, al cual hasta la fecha no ha vuelto.
Por último y no menos importante hay que decir que sostenía que era imposible un mundo totalmente liderado por Estados Unidos, que eso muchos países no lo iban a permitir y hasta decía, medio en broma y medio en serio, que ni los propios norteamericanos lo permitirían, ya que el costo de intentarlo es muy alto.
En fin, como bien podemos darnos cuenta, nos encontramos frente a un verdadero líder mundial cuyo legado, a pesar de los intentos reaccionarios de enanos políticos como Putin, va a perdurar y aunque de momento se ha visto que los rusos no se acostumbraron a la libertad y tienen ahora a un tiranuelo que aspira a regresar a la época de la URSS o del Imperio Ruso de antaño, lo cual podría hacernos pensar que su obra se encuentra en peligro o se acabó, la realidad es muy diferente.
Aunque Rusia efectivamente vive un retroceso y ha perdido muchas de las libertades ganadas a finales del siglo pasado, la obra política de Gorbachov en general sobrevive y va a durar muchísimos años, ya que Alemania seguirá prosperando como una sola nación, los países del centro y del este de Europa se están desarrollando a un buen paso y muchas ex Repúblicas Soviéticas, como las Bálticas son plenamente independientes y prácticamente ya tienen un nivel de vida similar al de sus vecinos escandinavos y otras, como Ucrania que probó la libertad, ahora la defiende con uñas y dientes.
Claro, no todo fue perfecto, también hubo errores muy costosos como el mal manejo de la explosión en Chernóbil o la invasión de Lituania cuando se quiso independizar; pero aun y con todo eso, los aciertos y sobre todo la visión que tuvo de su país y del mundo hicieron de Gorbachov un verdadero político de excelencia, es decir, un estadista.
Para rematar esta muy merecida hagiografía política, hay que recomendar a todas las escuelas y facultades de ciencias políticas que introduzcan en sus programas sendos cursos del pensamiento y la obra de Gorbachov, ya que esa sería la mejor manera de estudiar lo que es la política en su máxima expresión, la búsqueda del bien universal.
Twitter: @FelipeFBasilio