Sheinbaum muestra el músculo al atestiguar la toma de protesta de Rocío Nahle como gobernadora
- Con simbología del viejo PRI, la toma de protesta de Nahle García ante la LXVII Legislatura del Estado, abigarrada por morenistas de los tres poderes, acarreados, filibusteros, oportunistas, colados y mercachifles, parecía un espejo de los mejores tiempos del tricolor.
Gaudencio GARCÍA /
12HORAS / XALAPA, Ver.-Como en los mejores tiempos de Luis Echeverría Álvarez (1970-76), José López Portillo (1976-82) y Carlos Salinas de Gortari (1988-94) del siglo XX, el gobierno de Claudia Sheinbaum mostró el músculo del Estado mexicano para respaldar la toma de protesta de la primera mujer gobernadora en Veracruz, Norma Rocío Nahle García.
Mañana movida la capital veracruzana con los operativos del cierre del centro xalapeño y el Palacio Legislativo, donde concurrieron la mayoría de los gobernadores del partido oficial, de oposición, una parte del gabinete presidencial, el presidente de la Mesa directiva del Sanado y las ’tres contreras’ de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Con simbología del viejo PRI, la toma de protesta de Nahle García ante la LXVII Legislatura del Estado, abigarrada por morenistas de los tres poderes, acarreados, filibusteros, oportunistas, colados y mercachifles, parecía un espejo de los mejores tiempos del tricolor.
El Congreso local vivió una verdadera ‘fiesta’ de respaldo y apoyo de los morenistas hacía la nueva líder de los veracruzanos, como decía el experimentado conductor Joel Verdejo (+) en los eventos masivos del viejo PRI. “Qué se oiga y vibre el apoyo”, recalcaba.
Del Palacio Legislativo -la calle de Encanto se convirtió en un caos vehicular, al igual que la calle de Enríquez-, a la plazoleta Sebastián Lerdo de Tejada, donde Rocío Nahle pronunció su amplio discurso -será la gobernadora número 74, según los historiadores que datan desde 1824-, al destacar ‘80 compromisos, divididos en 8 ejes para los primeros cien día de su gobierno’.
Narrativa de la extitular de Energía de ‘aliento, esperanza y prometedor’, como toda política cuando arriban a un cargo prometen ‘el oro y el moro’, aunque después se retracten de lo que dijeron al tomar posesión del encargo, verbigracia AMLO que ofreció bajarlos precios de la gasolina, retirar el Ejército de las calles o respetar la autonomía del Poder Judicial.
El discurso de Nahle García habló de generalidades de la problemática social de Veracruz, nunca se comprometió a fijar plazos para recuperar, por ejemplo, los dineros públicos desviados por el expriista Javier Duarte y del panista Miguel Ángel Yunes Linares que provocaron un boquete en las finanzas de Veracruz.
O, en que tiempo reducirá la narcoviolencia en la geografía veracruzana; los feminicidios, las desapariciones forzadas, el desplome industrial, la desigualdad social, la explotación infantil, la migración, la falta de medicamentos en los hospitales, las erosiones de las carreteras estatales y las deudas rezagadas a proveedores por pagar que datan desde el gobierno de Fidel Herrera Beltrán.
La gobernadora número 74, según los biógrafos de la historia de Veracruz que abarca de 1824 cuando se instituyo la primer Legislatura del Estado, omitió hablar de cómo será su relación con la oposición, críticos, intelectuales, artistas, investigadores y la prensa independiente.
Nahle gobierna a partir de este 1 de diciembre de 2024 a un Veracruz plural, donde el entonces partido hegemónico venía desfondándose desde el gobierno de Patricio Chirinos Calero (1980-86) hasta el panista Miguel Ángel Yunes Linares (2016-18). Un estado que ha sido gobernado por reeleccionistas (Cándido Aguilar cuatro veces), dictadores (Antonio López de Santa Ana), presidente de la República dos veces y políticos ejemplares como Rafael Murillo Vidal (1968-74).
Hoy, Veracruz estrena un nuevo liderazgo oficial que deberá gobernar para todos los veracruzanos, mientras por el frente opositor el liderazgo es incipiente por falta de arrestos de un nuevo líder.
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