Un PRI que aún no toca fondo

La Grilla en Tabasco.

Con las dolencias propias de su ancianidad, pero más que nada producto de una vida de vicios, de excesos de todo tipo y con incesante fuga de militantes, el PRI tendrá elección de dirigencia nacional el domingo 11 de agosto. Curiosamente, los dos candidatos son de estados vecinos del sureste: la yucateca Ivonne Ortega Pacheco y el de la “línea”, Alejandro Moreno Cárdenas, de Campeche.

Iniciaron campaña el 26 de junio. Hasta el momento, pese a los obsequios de dinero que da principalmente el segundo con tal de obtener eco en redes sociales, cuanto plantean pasa prácticamente desapercibido para el grueso de la población e incluso entre los ciudadanos que hasta hace algún tiempo creían o creen que pudiere darse un milagroso renacimiento del Ave Fénix.

A diferencia del PAN, que en buena parte del centro y norte del país gobierna y cuenta con bases, el PRI parece encaminarse a ser satélite del partido en el poder, como ya se definió el PVEM y como quizá sea también el futuro del PRD. Más aún, después del blanquiazul, solo al casi marginal Movimiento Ciudadano se le ven posibilidades de crecer como oferta electoral. Aun así, el panismo está muy dividido y nacionalmente débil.

Por lo pronto, el PRI realiza un proceso interno que, según dice Arturo Zamora, secretario general, costará unos 80 millones de pesos. Para solventar ese gasto, el hasta 1994 invencible partido optó por hipotecar uno de sus edificios situado en la colonia Tabacalera de la Ciudad de México. Nada más le falta recurrir al Nacional Monte de Piedad.

Al interior del instituto político se sabe muy bien que se carece de un padrón de militantes actualizado y confiable. Entre otras razones, porque no se hace depuración alguna desde hace muchos años y en 2018 incontables individuos se quitaron esa camiseta para ponerse la de MORENA. No obstante, para variar inmersos en la simulación, se dio como válido un padrón de 6 millones, 605 mil 740 nombres.

El 11 de agosto quienes aparezcan en ese registro podrán acudir a una de las 6 mil urnas. Con muy serios problemas de operatividad, pero sin que eso importe en realidad, se tiene la determinación de que al menos una casilla se instale, en el peor de los casos, en los dos mil 458 municipios.

Es una guerrita de trampas. Los candidatos lo saben. Hasta la Santanera lo sabe, lo sabe. Pero eso no preocupa a los candidatos, porque al final quien pierda podrá negociar posiciones a presente y a futuro. Esto es: las siempre ambicionadas candidaturas plurinominales, que son muy buenas sobre todo cuando se identifica que a lo más que se puede aspirar como partido es a ganar por mayoría de votos apenas uno que otro ayuntamiento o diputación local.

Hay militantes leales que se esmeran en sus críticas al gobierno en turno. Ellos permanecerán con esa actitud, pase lo que pase. Sin embargo, no se aprecia cómo pudiere el PRI recuperarse para las elecciones intermedias de 2021. Luego de perder la Presidencia en 2000, debieron transcurrir 12 años y una serie de acontecimientos para que el tiempo y circunstancia operaran a su favor.

En el caso de Tabasco, PRI, PRD, PAN todavía no saben qué les sucedió en 2018: nadie anotó las placas.

Ni “Alito” ni doña Ivonne eran proyecto de los priistas prominentes que no han cambiado de bando. Es el caso de Georgina Trujillo Zentella, quien el año pasado fue no solo la primera mujer en competir por la gubernatura de Tabasco sino que como política y como persona es incuestionable en su honorabilidad y formación humana integral.

Desde 2017 expresamos nuestra convicción de que sería un error para la ex senadora buscar una nominación en condiciones en que lo de menos era lograr la candidatura, pero con todo lo demás en contra. Hizo sus cálculos. Pensó que el voto de izquierda se dividiría entre MORENA y PRD. Calculó mal. En estos momentos no tiene partido con el cual competir de nuevo en 2021 y 2024.

Mejor debió hacerse a un lado, para que pasara Benito Neme Sastré, y así el menor y más malcriado hijo del respetado ex gobernador viera su suerte, después de gastar a manos llenas mucho de la fortuna que tiene y que abultó durante el régimen de su compadre Enrique Peña Nieto.

Twitter: @JochoaVidal

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