¿Pacto o impunidad?

PLANA MAYOR.

En víspera de la hora cero para la extensión de la cofradía duartista, ¿Qué les depara? ¿Cuál es el destino, el camino o ruta sinuosa que viene? Hay un abismo entre la retórica incendiaria y pacifista.

En unas semanas, horas y minutos se les acabará la inmunidad que, ante sirios y troyanos, mantuvieron para no pisar la cárcel.

Parafraseando al extraordinario periodista, escritor y poeta Renato Leduc, “sabia virtud de conocer el tiempo”. El tiempo se extingue, el maravilloso tiempo se agota para la privilegiada cofradía.

Los caminos se estrechan, las coyunturas levantan vendavales, suspicacias y pasiones encontradas del inquisidor,  samaritanos y conversos del intríngulis político.

Según Némesis de la justicia en Veracruz, el grueso de la cofradía duartista son responsables de la coparticipación del brutal saqueo, desviación, creación de empresas fantasma y enriquecimiento inexplicable de más de 35 mil millones de pesos.

La suma extraordinaria, documentada por la Auditoría  Superior de la Federación, nunca se invirtió en los programas sociales para los que estaban destinados en Veracruz.

Generó una bancarrota y una deuda millonaria institucional con proveedores que el “tlatoani” olímpicamente se ha deslindado de ésta, bajo las recurrentes anomías.

Veracruz vive un atraso social de por los menos cuatro décadas en comparación con los vecinos estados del norte del país, de acuerdo estudiosos del Colegio de Economía y de la ONU.

Los últimos regímenes priistas y el bienio panista-perredista actuaron bajo el síndrome de Cortés: invirtieron espejitos en obras suntuosas, en infraestructura caminera de mala calidad en la entidad y corrupción, a cambio de votos.

Una gran parte del dinero público federal y estatal acabó en ‘moches’, en corruptelas, impunidad y nueva casta de ricos que antes no se conocían. Los  cargos públicos de la administración federal, estatal y municipal hasta el 2018, han sido “botines políticos”.

La extensión de la cofradía duartista, diputados federales hasta el 31 de agosto de 2018, exfuncionarios de primer nivel con el gobierno de Javier Duarte, juran y perjuran al Santo Papa y al cuasi góber Cuitláhuac García que son inocentes y que todo el oro y el moro se lo llevó Duarte y su familia.

Pero el tiempo avanza inexorablemente y es el único que el ser humano no puede corromper. A un par de semanas,  Némesis y todos “los hombres del rey” y sus demonios, veremos si en realidad aplican la sentencia shakespeareana:

“Ser o no ser, he ahí el dilema”.

¿Pacto, impunidad o salvoconducto? En la lupa justiciera de Veracruz están la danza de los nombres y hombres fuertes de Duarte:

Erick Lagos, Adolfo Mota, Alberto Silva, Antonio Tarek Abdalá, Noemí Guzmán, Vicente Benítez y Juan Manuel del Castillo.

El que corrió con mejor suerte en esta  historia, coyuntura, en los drenajes del poder, fue Edgard Spinoso Carrera, quien mediante la entrega de bienes millonarios al “tlatoani” consiguió impunidad y protección de la justicia.

La frase épica de que en Veracruz no habría “pactos” con los delincuentes de “cuello blanco”, fue simplemente una parodia, un entramado, pues. ¡El tiempo se acaba para el inquisidor y los presuntos elegidos que irán al banquillo de los acusados!

En el epílogo de cierre de bienio, el tirano que intento   convertirse en ‘rey’ en Veracruz, cabe el dicho shakespeareano:

“Con un cebo de mentiras pescas el pez de la verdad”.

Comentarios a gau41@hotmail.com

@12hrsver

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.