¿Nos creemos especiales?

La Grilla en Tabasco.

El gobierno federal estableció este martes que los grandes planes sexenales, entre los que se encuentran la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y el aeropuerto de Santa Lucía, no se detendrán a pesar del fuerte impacto que tendrá en las finanzas del país la pandemia.

No obstante, resulta lógico pensar que la austeridad gubernamental se recrudecerá e implicará la cancelación de muchos proyectos de estados y municipios.

De acuerdo con la información disponible, continuamos en los inicios del problema, aunque entramos en fase dos. En las siguientes semanas, meses, el contagio se extenderá y será necesario aplicar medidas de cuarentena más severas, tal como sucede en otros países.

Lamentablemente nada tenemos de especial que nos permita ponernos a salvo de todo ello. Solo a un estúpido gobernante como Daniel Ortega se le ocurre confirmar que las celebraciones de Semana Santa se realizarán en Nicaragua.

Y conforme avance el problema, lo cierto es que quienes más sufran serán los pobres, los asalariados, la gente que vive al día, que si no trabaja no come, que vive ahogada en deudas y a duras penas come huevo, o a veces ni para eso hay. Son los que no pueden hacer compras de pánico. Son 80 o 90 millones de habitantes de este país.

Un sinnúmero de empresas ya cesó a sus trabajadores, con la vaga promesa de que cuando se resuelva el problema se les recontratará. Están en la indefensión. La Ley Federal del Trabajo es letra muerta. De cualquier manera, si demandan por despido injustificado, su caso no podrá ser atendido por tribunales en suspensión de labores. Y cuando reanuden, el pleito demora hasta diez años.

No pretendemos ser pesimistas. Nos concretamos a ver la realidad, la que puede percibir cualquier individuo con dos centímetros cúbicos de cerebro.

En Tabasco ya estábamos en una situación desesperada en lo económico, en el rubro de desempleo, de falta de circulante, de inseguridad, de insuficiencia y deficiencia de servicios públicos, de incapacidad presupuestal del gobierno para atender los rezagos, con un sistema de salud de crónica enfermedad; en el último lugar de los indicadores oficiales de decrecimiento económico.

Saldremos adelante. Sí. A como dé lugar. Pero el sacrificio será muy grande, insoportable para muchos. Tal vez dentro de cinco o seis meses hayamos salido de la fase más crítica de la epidemia, pero tendremos ante sí la debacle económica; doméstica y gubernamental. Los 15 meses previos no marcaron diferencia alguna para Tabasco en términos generales.

Un reportaje de la agencia The Associated Press (AP) publicado este martes, dice en su encabezado: “Aflora el fantasma de la depresión del 1930 en EEUU como consecuencia del coronavirus”, en tanto que el gobierno de Nueva York informa que se acelera la infección en ese estado y ciudad.

En España, según reporte del periódico El País, “la aceleración en el número de casos detectados en Cataluña está siendo particularmente explosiva: ya supera a Madrid”. Detalla que “el lunes registró mil 221 nuevos casos, frente a los 873 de Madrid, y la tendencia se ha confirmado el martes con mil 939 y mil 777 casos, respectivamente”.

En el mundo, hasta las 19:00 horas de México, hay 372 mil 757 contagios, con 16 mil 321 muertes. En nuestro país, 405 casos confirmados ya y 5 muertos.

¿En serio nos creemos especiales? Mucha gente ya toma en serio la gravedad de la situación. Otros no. Dicen que es alarmismo. Hay quien opina que todo es un montaje mediático. Continúan circulando profusamente las teorías de la conspiración. No pocos consideran que se trata de un ataque contra el gobierno.

El exceso de confianza es común. No solo en México; ya vimos el caso de Nicaragua. Entre quienes sí se dan por enterados, atienden a recomendaciones referentes a remedios caseros que quizá ayudan en resfriados o influenza común.

La comunidad científica mundial, la Organización Mundial de la Salud, insisten en que no existe tratamiento eficaz para el COVID-19, sino solo medidas de prevención: aislamiento social, lo más que se pueda, y que los gobiernos actúen aplicando pruebas que les permitan decidir la eventual implementación de cuarentenas rígidas en ciudades, regiones, o de mayor amplitud.

Esto no es un juego. No es una fantasía. Es una situación sin antecedentes.

Twitter: @JOchoaVidal

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