Los bomberos…

Cuando Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard sofocaron el fuego que amenazaba a la economía y a las finanzas, aparecieron en el horizonte los resplandores de otros incendios.

Ya critiqué a nuestros servicios de inteligencia por no anticipar el golpe arancelario que llevaba semanas forjándose en Washington. Ahora les reconozco la capacidad de reacción que desembocó en dos meses de tregua. Al día siguiente de la prematura celebración de Tijuana, el vecino díscolo empezó a sembrar cizaña, hablando de acuerdos secretos y auto nombrándose prefecto de disciplina; él dará reglazos a los mexicanos que no hagan la tarea. Aprovechemos la pausa concedida por Donald Trump para identificar los posibles incendios que reclamarán la atención gubernamental. Mi punto de partida son los protagonistas ausentes de la mesa rectangular, donde negociaron Ebrard-Pompeo.

Al momento de terminar esta columna siguen desaparecidos los gobiernos de El Salvador, Guatemala y Honduras, cuyo concurso es indispensable para reducir la avalancha de tensiones. Se dice que les hablaron por teléfono desde Washington, pero su silencio posterior es ominoso, como si no supieran qué hacer con la violencia extrema, las desigualdades y la corrupción e ineficacia.

Tampoco estuvo en Washington la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y a ella responden dos dependencias clave: el Instituto Nacional de Migración (INM) y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR). Los titulares (Tonatiuh Guillén y Andrés Ramírez, respectivamente) tienen conocimiento y compromiso, pero carecen de los recursos financieros y humanos para responder a las exigencias de las poblaciones al escapar de la violencia y la pobreza.

Las víctimas tampoco participaron en la elaboración del Pacto Ebrard-Pompeo, aunque sus reacciones afectarán los compromisos alcanzados. ¿Aceptarán con humildad franciscana los retenes de la Guardia Nacional en la frontera sur y las prolongadísimas estancias en los centros de internamiento que instalarán en la frontera norte? Anticipo respuestas diferenciadas. Los incidentes más graves se darán en el sur, porque en el norte vivirán con la esperanza de ser aceptados. Crecerá el éxodo aéreo a Europa y, en el Golfo y el Pacífico veremos las tragedias tan comunes en el Mediterráneo europeo.

En el trasfondo está la ominosa presencia del crimen organizado, un actor dispuesto a defender un negocio multimillonario. Saben utilizar el sistema bancario para recibir el dinero de las extorsiones, cuentan con la complicidad de todo tipo de funcionarios y tienen a su disposición, un arsenal que adquieren en Estados Unidos, sin ninguna interferencia.

Y aun cuando las redes de solidaridad humanitaria viven en el desconcierto, están dados los ingredientes para que nuestra crisis migratoria escale en la prioridad nacional e internacional. Para entender su pensar y sentir, solicité la opinión de cinco organismos de la sociedad civil. Entre otros, la Casa de Acogida y Formación para Mujeres y Familias Migrantes (CAFEMIN), la Casa Refugiados, las Casas YMCA, Sin Fronteras y la Congregación de Hermanas Scalabrinianas.

Sus reacciones van del desconcierto en la información (entre Trump y Ebrard, ¿a quién creerle?) al temor de que crezcan las violaciones a los derechos humanos y a la indignación verbalizada por la Hermana Leticia Gutiérrez Valderrama, Misionera Scalabriniana: “la política migratoria de Andrés Manuel se caracteriza por la demagogia y la manipulación”.

El escepticismo crítico de quienes están en las trincheras humanitarias, influirá en el posicionamiento de aquella parte de la comunidad mexicana e internacional preocupada por una escalada en la crisis humanitaria. Anticipo presiones muy fuertes sobre el gobierno de México y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR). Hasta es posible que López Obrador termine siendo visto como instrumento de Trump.

Ante el desagrado presidencial por lo internacional, crecerá el protagonismo de Ebrard. Para contener al pirómano del norte, deberá mejorar su comunicación con los protagonistas excluidos de la Cumbre de los Cacahuates (así llamada, porque esa fue la dieta de la delegación mexicana durante todo un día). Extinguir la raíz de la conflagración es responsabilidad del bombero mayor.

@sergioaguayo
Colaboró: Luz Angélica Ramírez González.
Sergio Aguayo
CRÓNICAS DE LA TRANSICIÓN 

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