Liberan a Mónica Esparza, quien estuvo en prisión 7 años por falsos delitos; fue torturada y violada

Integrantes del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez con playeras de Mónica Esparza.Twitter / @CentroProdh

  • Mónica Esparza pasó siete años en prisión acusada del delito de delincuencia organizada, pese a que fue detenida arbitrariamente y violada por agentes policiales

RT / MÉXICO.-Un juez federal ordenó el jueves la liberación de Mónica Esparza Castro, una mujer que fue torturada por policías locales y encarcelada injustamente en un penal femenil de Morelos, acusada de delincuencia organizada. 

El juez Yuri Alí Ronquillo, del Juzgado Primero de Distrito de La Laguna (estado de Coahuila), dictó sentencia absolutoria para Mónica Esparza y dos procesados más, tras reconocer que fueron detenidos arbitrariamente y víctimas de tortura por parte de uniformados, con el objetivo de que firmaran una declaración autoinculpatoria. 

La historia de Mónica

La historia de terror que vivió Mónica se remonta a febrero de 2013, cuando viajaba en un automóvil con su esposo y su hermano por las calles de Torreón (Coahuila), y fueron detenidos sin orden de aprehensión por elementos de la Policía Municipal y trasladados a una bodega cerca de la Secretaría de Seguridad Pública.

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En ese lugar, los detenidos fueron golpeados y torturados. A Mónica, le aplicaron descargas eléctricas en los genitales y la violaron entre seis elementos de la Policía Municipal de Torreón, frente a la mirada cómplice de militares, según relató la mujer a la organización Amnistía internacional.  

En el camino a la Procuraduría General de la República (PGR), el esposo de Mónica murió a consecuencia de la tortura a la que fue cometido. La mujer de 26 años fue trasladada a las oficinas de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) en la Ciudad de México, en donde fue obligada a firmar una confesión en la que decía que era parte del Cártel de Los Zetas.

Mónica Esparza pasó siete años en prisión acusada del delito de delincuencia organizada, pese a que fue detenida arbitrariamente, torturada, violada por agentes policiales y obligada a firmar una confesión en la que admitía el delito. 

«Tener mi libertad es lo que más deseaba. Volver a estar con mi familia es lo que más anhelo«, fueron las primeras palabras de Esparza al salir del Centro Femenil de Readaptación Social de Coatlán del Río, Morelos. 

Su historia ilustra un patrón en México durante la llamada «guerra contra el narcotráfico», iniciada durante el Gobierno de Felipe Calderón (2006-2012). Según documentó Amnistía Internacional, esa estrategia de seguridad disparó la detención de mujeres que fueron arrestadas arbitrariamente y acusadas de pertenecer a grupos del crimen organizado, sin pruebas sólidas que respaldaran esos señalamientos. 

Además, de 100 entrevistas a mujeres que realizó la organización en 11 prisiones federales, 93 internas afirmaron haber sido golpeadas durante su detención y 72 dijeron que sufrieron violencia sexual por parte de uniformados.

La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés) también señaló en un informe que las tasas de encarcelamiento de mujeres por delitos relacionados con drogas en países de América presentan los índices más altos a nivel mundial.

Según WOLA, en México 1.342 mujeres están en prisión por delitos de drogas sin haber recibido una sentencia condenatoria.

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